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Resumen: En un conmovedor acto de resiliencia y amor, la joven karateca de 13 años Karen Dahiana Yunda ganó la medalla de oro en los Juegos Departamentales de Palmira tan solo unas horas después de enterarse del fallecimiento de su padre. A pesar de la profunda tristeza, Karen decidió no retirarse, motivada por el deseo de dedicarle la medalla a él y a su madre, quien también había fallecido años atrás. Tras su victoria, no celebró, sino que se dirigió directamente al velorio de su padre para entregarle el oro, cumpliendo su promesa de honrar su memoria con este triunfo.
En medio de la adrenalina de los Juegos Departamentales, una adolescente de 13 años demostró una fortaleza inquebrantable.
El pasado 27 de julio, en Palmira, Karen Dahiana Yunda se alistó para disputar la medalla de oro en karate, sin que muchos supieran que, en su interior, libraba una batalla personal.
Su padre, Álvaro Yunda, intendente de la Policía de Cali, había fallecido el día anterior a causa de un cáncer de estómago.
Pese a que su familia intentó protegerla de la noticia, Karen se enteró del fallecimiento de su padre apenas dos horas antes de su combate.
Sin embargo, en un acto de amor y resiliencia, decidió seguir adelante. “En los momentos previos antes de la competencia yo estaba muy triste”, reconoció la niña.
Luego, agregó que “me di cuenta de que llorar no haría que él regresara; tenía que dedicarle esa medalla. Nunca pensé en retirarme”, expresó.
Con la bandera de Cali en el alma y el recuerdo de su padre en el corazón, Karen entró al tatami como una guerrera silenciosa.
Karen se impuso sobre su oponente de Jamundí, Ana María Bernal, y se colgó la medalla de oro en la categoría de más de 58 Kg. Sub-14.
Lo hizo por su padre y por su madre, quien también había fallecido cinco años atrás. “Mi papá siempre me dijo que estaba muy orgulloso de mí, que siguiera así; que le dedicara esa medalla a mi mamá”, comentó Karen.
No hubo celebraciones. Inmediatamente después de recibir la medalla, se dirigió al velorio de su padre para entregarle el oro como el mejor de los homenajes.
Con el reciente anuncio del alcalde Alejandro Eder de incentivar a cada deportista con 3 millones y medio de pesos por medalla de oro, Karen pensó en su padre.
La pequeña contó que “inicialmente íbamos a utilizar ese dinero en el tratamiento que mi papá necesitaba; yo quería dárselo a él, pero lastimosamente no fue así”, expresó.
Ahora, la joven deportista planea guardar ese dinero o invertirlo en algo que necesite, con el recuerdo imborrable de su padre como su mayor motor.
