Carlos Mario Cortés Rincón
El ITM dice Noviolencia

“En Cali le cortan la mano a un presunto ladrón. La agresión fue rechazada por las autoridades que pidieron no hacer justicia a mano propia” (RCN noticias). “Domiciliaria para mujer señalada de matar a su pareja. El juez consideró que el ataque a puñal pudo haber sido en defensa propia” (El Heraldo). “Tres patrulleros de la Policía fueron asesinados este fin de semana en Sucre y Antioquia. Los uniformados fueron víctimas de ataques con armas de fuego”. (El Espectador).
Debo advertir que estos titulares de prensa corresponden al lunes 15 de febrero/21, insólito tanta violencia en un solo día. No toda violencia es sinónimo de sangre o muerte, imposible negar que la sociedad actual se debate día a día entre violencias silenciosas, que aunque no hacen parte de los titulares de prensa, pueden hacer más daño que la violencia física, es el caso de la violencia intrafamiliar, la violencia escolar, la violencia sexual, la violencia laboral, la social y la que se genera a partir de las palabras o gestos desobligantes.
En buena hora el ITM, Institución Universitaria (Medellín) está gestionando la creación de una oficina de la Noviolencia al interior de Bienestar Institucional, en cabeza de su director, Hernán Alonso Arroyave López, quien le quiere apostar a un ejercicio permanente de diálogo, concertación y respeto entre todos los miembros de la comunidad educativa. Según pude entender, la idea es asesorar las distintas facultades, direcciones o departamentos en la resolución pacífica de sus conflictos, mediante documentos o asistencia personalizada, además de interactuar cotidianamente con los estudiantes. Qué bueno que al interior del ITM se dé la sinergia necesaria para tan loable propósito y, que otras instituciones se sumen en la construcción de una red de la Noviolencia. ¡Qué falta hace!
Imposible negar que el tema de la Noviolencia, no solo me gusta sino que además me apasiona, esto porque a lo largo de mi ejercicio docente en varias cátedras y seminarios he trabajado el tema. Con humildad y respeto considero que todas estas teorías deberían enseñarse desde el preescolar hasta el más encopetado de los posdoctorados, lo digo porque leyendo la prensa hace pocos días me pregunté cómo nos verán las futuras generaciones dentro de unos cien años, tal vez se asombrarán de la forma como contaminamos el planeta, de las armas químicas, de los virus asesinos, de las armas nucleares y sobre todo de esa falta de respeto de unos con otros. Nos mirarán como una generación intolerante, irascible y violenta, donde cada quien defendió su verdad sin aceptar razones extrañas a lo que creían o pensaban.
Aunque el común de la gente asocia la Noviolencia con Mahatma Gandhi, es bueno saber que tan trascendental filosofía tuvo su origen en el siglo V a.C. cuando Mahavira, líder espiritual, conocido por haber renunciado a toda riqueza material en busca del crecimiento espiritual, enarboló la Noviolencia, tampoco se puede desconocer el aporte tan significativo del escritor ruso León Tolstoi, quien inspiró a Gandhi la Noviolencia. Resulta que Tolstoi harto de la fama que le había proporcionado su obra “Guerra y paz”, y la vida convulsionada que llevaba, se convirtió al cristianismo ortodoxo y escribió una obra maravillosa titulada “El reino de Dios está en vosotros”, Gandhi lee esta obra y, quedando fascinado con los mensajes allí aprendidos, difunde al mundo la Noviolencia.
Posteriormente a mediados del siglo XX, se volvió común hablar de la Noviolencia, la cual consiste en actuar sin violencia contra la violencia, es decir, no responder con más violencia. Estoy hablando de resistencia pacífica, un “arma” poderosa para desarmar a los violentos. Ahora, quiero ser claro diciendo que no es que a uno le peguen y no haya respuesta alguna, de lo que se trata es de no responder con más violencia, tampoco de poner la otra mejilla como lo dicen Lucas y Mateo en sus respectivos evangelios. La idea es no defenderse ofendiendo, sino enseñando.
Gandhi tuvo razón cuando dijo que «ojo por ojo y el mundo acabará ciego», de ahí que no toda lucha tiene que ser violenta, los reclamos pueden hacerse de muchas maneras, con símbolos, gestos, cantos, escritos, manifestaciones, entre otras formas más. Reitero, la Noviolencia rechaza la pasividad, no es cuestión de quedarse callado, sino de manifestarse en contra de la violencia, pero, sin violencia. Es claro que, resolviendo los conflictos de manera pacífica, la sociedad puede transformarse sin necesidad de acudir a la violencia, para eso existe la palabra, el diálogo.
Pd: “La Noviolencia es la fuerza más poderosa que hay a disposición de la humanidad. Es aún más poderosa que el arma más compleja de destrucción ideada por la ingeniosa capacidad del hombre… La no violencia es la cima de la valentía.” Mahatma Gandhi (1869-1948).
La opinión del autor de este espacio no compromete la línea editorial de Minuto30.com
