Cogieron a 5 sujetos que estarían torturando a personas con problemas de adicción en una IPS de Bogotá

Fueron capturados y judicializados cuatro hombres y una mujer que habrían sometido a graves agresiones y torturas a pacientes con problemas de adicción y comportamiento en un IPS en Bogotá.

Durante un mes, un equipo designado por el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, realizó labores de vigilancia y seguimiento, e interceptación de comunicaciones; y obtuvo abundante evidencia sobre las distintas conductas ilícitas que se cometían en el lugar.

En la institución descubrieron a 35 personas, entre ellas dos menores de edad. Adicionalmente, encontraron un taser de voltaje, dinero en efectivo, computadores, las grabaciones de 28 cámaras de seguridad, bolsas con medicamentos y manillas para inmovilización.

De acuerdo con la información oficial, fueron torturadas por su condición sexual, estado físico, adicción a los estupefacientes y distintas alteraciones en el comportamiento. Adicionalmente, soportaban hacinamiento. Un área habilitada para 25 personas albergaba casi 40, y carecía de accesos, espacios al aire libre y ventilación.

Las torturas

«Cada interno que ingresó habría sido desnudado, amarrado y bañado con mangueras y escobas, con el supuesto de que era la forma de limpiarle las impurezas», indicó de la Fiscalía General de la Nación.

Había un espacio en el inmueble en el que les habrían restringido y controlado el acceso al baño para hacer sus necesidades, como otra forma de castigo.

Las personas con sobrepeso eran aseguradas con cuerdas durante el almuerzo o la cena para que vieran a los compañeros alimentarse. También se determinó que en la sede se presentaron brotes de varicela y picos de COVID-19, que no fueron atendidos oportunamente.

Y Según la Fiscalía, las evidencias indican que los trabajadores de la entidad suministraban medicamentos sin prescripción.

Una carta secreta enviada por uno de los pacientes a sus padres dio inicio a la investigación de lo sucedido.

Un ingeniero civil y entrenadores físicos, que no estaban capacitando para atender este tipo de pacientes y que por el contrario los estarían sometiendo a estos tratos crueles fueron judicializados por tortura agravada con fines de castigo y discriminación, secuestro simple agravado, amenazas y concierto para delinquir.

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