¡Sin anestesia ni pausa! Comunidad ¨atendió¨ a presuntos fleteros y hasta les quemaron la moto

Minuto30.com .- Porque cuando la policía no llega, los ciudadanos toman el mando… y los palos. Así terminó la noche del miércoles 28 de mayo en el barrio Valladolid, localidad de Kennedy, al sur de Bogotá, donde dos presuntos ladrones aprendieron —de la forma más dolorosa posible— que el “servicio exprés” de justicia ciudadana puede ser más efectivo que una patrulla.

Los hechos ocurrieron hacia las 7:30 p. m. del miércoles 28 de mayo, cuando, según testigos, los sujetos —que se movilizaban en motocicleta— despojaron a una mujer de sus pertenencias. La víctima, lejos de quedarse en silencio, alertó a quienes transitaban por el sector.

Al grito de “¡cójanlos!” , se logró una reacción inmediata y colectiva por parte de ciudadanos que circulaban por el sector. Y los cogieron. Pero no para una charla sobre civismo. Lo que vino fue una intensa sesión de “paloterapia popular”, sin anestesia, sin pausa y, al parecer, sin miedo a las consecuencias. Patadas, puños, palos… todo sirvió para enviar el mensaje de que en Bogotá, la paciencia ciudadana tiene un límite.

Como si fuera poco, la motocicleta en la que se movilizaban los presuntos delincuentes fue incendiada por la multitud. Un castigo simbólico y literal que, según algunos, fue la “cereza ardiente” sobre el pastel del escarmiento.

En los múltiples videos que circulan en redes sociales se observa el castigo colectivo… pero ni rastro de presencia policial por lo que no se ha podido establecer cual fue su final.

Más allá del estilo callejero del castigo, el hecho evidencia un patrón cada vez más recurrente en Bogotá y otras ciudades del país: la justicia por mano propia. Expertos en seguridad y derechos humanos advierten que estas reacciones, aunque motivadas por la frustración, pueden convertirse en un problema aún mayor si se normalizan y se convierten en la regla ante cada acto delictivo.

Hasta ahora, la Policía Metropolitana de Bogotá no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente, ni se ha conocido el estado de salud de los agredidos o si la víctima del robo interpuso denuncia.

Lo que sí quedó claro es que, para bien o para mal, la ciudadanía está reaccionando, a falta de una respuesta más oportuna del Estado.

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