Una arenga de un irrespeto absoluto a la constitución y a los mismos ciudadanos cívicos, martillaba en cuanto acto oficial o monserga presidencial tenía lugar. Por considerarlo “impropio y repugnante”, y solicitar al Tribunal Supremo de Justicia la nulidad del lema socialista, el general del ejército Angel Vivas recibió una “preimputación” por los delitos de “ofensa a la fuerza armada” e “insubordinación”.
La dirigencia opositora venezolana por el contrario, con las tradicionales frases tibias incapaces de ganarse la cuota de respeto ante el régimen, lo dejaron pasar. En lo adelante, el “patria socialismo o muerte” se impuso para ensalzar el socialismo siglo XXI de Hugo Chávez.
En la juramentación para su tercer periodo (2007-2013), ante la Asamblea Nacional el 10 de enero del 2007, Hugo Chávez sorprendió a los venezolanos, con esa consigna compuesta por los lemas de la revolución cubana y del Che Guevara, utilizada por Fidel Castro para sus discursos, con la que se valió para imponer la inclemente tiranía en Cuba. La pronunció al mejor estilo de una veneración, con una vehemencia inusitada, tras jurar y jurar cumplir los “mandatos supremos” de la constitución:
“Patria, socialismo o muerte. Lo juro”.
Resonaba en los cuarteles por la gracia del general Isaías Baduel, el de la cartera de defensa entonces. En los ministerios, en los institutos, incluso, en los poderes públicos.
En su pretensión de filosofía de principio político, de una tesis económica-social, con el discurso incendiario del “patria socialismo o muerte”, como si se hubiesen desatado los diablos, comenzaron a mostrarse los cambios de una Venezuela, así como Cuba, a merced de los Castro, sin independencia alguna. Una Venezuela, así pretendan dar de categoría exitosa caso de las misiones por ejemplo, lo que no es más que “pan para hoy y hambre para mañana”, cuando la única verdad es la de la Venezuela abrumada por políticas opresoras, fracasadas y desesperanzadoras.
El cierre de miles de empresas, expropiaciones, se ahuyentaron a los inversionistas, el inminente cierre del canal de televisión, RCTV, de 53 años de tradición, sembrado en el corazón del venezolano. Se incitó la fuga de capitales, se ocasionó el desgaste económico; en fin, aumentó el desempleo y se generaron más pobres de los que había en 1999. Continuó la prisión y persecución por razones políticas. A día de hoy, Venezuela ocupa el primer país más violento de Latinoamérica, el cuarto del mundo, el índice de personas fallecidas víctimas de la violencia es cinco veces superior a la del 98, cuando Chávez ganó las primeras elecciones presidenciales. Luce por contraste con aquellos 40 años, los crímenes no sucedían todos los días. Recordemos que en un momento la venezolana fue la sociedad de mayor movilidad social en el mundo, el petróleo convirtió a Venezuela de una sociedad pueblerina en una cosmopolita, etc. Había razones entonces, para sentirse orgulloso.
Hugo Chávez nos anunció su padecimiento de cáncer un 30 de junio 2011. Luego, un 29 de julio del 2011, en ocasión de arribar a sus 57 años de edad, instó a eliminar la palabra «muerte» del lema socialista a cambio de la palabra “victoria”.
“Aquí no habrá muerte, tenemos que vivir y tenemos que vencer, por eso propongo otros lemas: Patria, socialista y victoria, viviremos y venceremos”.
@Marthacolmenare | http://www.marthacolmenares.com/