Un joven de 23 años desaparece al ser golpeado por una ola gigantesca mientras posaba con los brazos abiertos

Un trágico suceso tuvo lugar en la playa Kedung Tumpang, en Java Oriental, Indonesia, donde Rony Josua Simanjuntak, un estudiante de 21 años originario de Sumatra del Norte, fue arrastrado al mar por una enorme ola mientras posaba para una foto en las rocas. El incidente ocurrió el 13 de octubre, cuando Rony disfrutaba de una jornada en esta famosa playa, conocida por su belleza natural, pero también por su peligrosidad durante la marea alta.

Mientras el joven posaba con los brazos extendidos, una ola gigantesca lo golpeó y lo arrastró mar adentro. Sus amigos, inicialmente despreocupados, pronto se dieron cuenta de la gravedad de la situación y entraron en pánico al ver cómo las corrientes lo alejaban de la costa.

Ante la emergencia, las autoridades locales activaron un operativo de búsqueda y rescate, desplegando tres equipos en la zona y enviando botes de goma desde la playa Sine, a unos cinco kilómetros de Kedung Tumpang. Sin embargo, las condiciones del mar, con grandes olas y corrientes peligrosas, han dificultado las labores de rescate. Iptu Bambang Kurniawan, jefe de la policía local, comentó que los amigos de Rony no pudieron ayudarlo debido a la fuerza de las olas: “El mar estaba muy agitado y las corrientes eran extremadamente peligrosas”.

A pesar de un clima relativamente favorable, Nanag Pujo, responsable del equipo de búsqueda, señaló que las olas siguen siendo un gran obstáculo para localizar al joven. Las autoridades han advertido a los turistas sobre la importancia de tomar precauciones y evitar acercarse demasiado al agua en esta playa, famosa por su terreno accidentado y sus mareas peligrosas.

Kedung Tumpang no es ajena a este tipo de tragedias; en 2016, dos turistas también perdieron la vida en circunstancias similares al intentar tomarse selfies en la playa. Este incidente destaca un problema creciente a nivel mundial: las muertes relacionadas con selfies en lugares peligrosos. Un estudio reciente reveló casi 400 muertes por selfies en los últimos 13 años, subrayando la necesidad de concienciar sobre los riesgos de buscar la foto perfecta en zonas peligrosas. Las autoridades continúan la búsqueda de Rony y advierten a los visitantes sobre la importancia de mantener la seguridad.

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