La tal Paz Total no existe

Uno de los temas más recurrentes en el ámbito político y social de Colombia ha sido la búsqueda de la paz. Desde su campaña presidencial, Gustavo Petro ha hecho de este tema uno de los pilares fundamentales de su propuesta política, prometiendo una paz total que estaría ligada a la seguridad en todas las zonas del país, realizando una negoción con los actores violentos del país.

Sin embargo, para muchos críticos de la gestión de Petro, la promesa de una paz total no es más que una frase bonita que no corresponde con la realidad del país. Según ellos, para consolidar la paz total se necesita una gran política de inversión social, que permita alejar a los jóvenes de la violencia y de la delincuencia, así lo asegura el expresidente Álvaro Uribe.

Es cierto que la política social es un elemento fundamental para lograr una paz duradera en cualquier país. Sin embargo, la seguridad es un factor crucial para garantizar la estabilidad y la convivencia pacífica. Y en este sentido, muchos ciudadanos consideran que el gobierno de Petro ha fallado en su objetivo de garantizar la seguridad en todas las zonas del país.

En algunas zonas de Colombia, la violencia y la delincuencia continúan siendo un problema latente. Los ciudadanos se sienten inseguros en las calles, y la presencia del Estado en estos territorios es débil o nula. Además, la inestabilidad política del país ha generado una sensación de incertidumbre entre los ciudadanos, lo que ha afectado negativamente a la economía y a la estabilidad social.

En resumen, la promesa de una paz total puede sonar muy atractiva, pero para lograrla se necesita una estrategia integral que contemple tanto la inversión social como la seguridad en todas las zonas del país. La política de Petro de La Paz Total está generando más desorden. En cada rincón del país la criminalidad se está fortaleciendo, lo que ha generado descontento y desconfianza en muchos sectores de la sociedad.

Por todo lo anterior, la tal Paz total de Petro no existe, y solo quedará como una frase bonita que no podrá resolver los graves problemas que enfrenta el país.
José Daniel Restrepo