Minuto30.com -. Hoy se conmemora el séptimo aniversario de la masacre en la escuela de Beslan, en Osetia del Norte (Rusia) donde murieron 334 personas, de los cuales 186 eran menores. Miles de personas acudieron a la ruinas de la escuela para recordar y honrar a las víctimas de la masacre.
Desde tempranas horas de la mañana habitantes de Beslán y otra ciudades nor-osetas se acercaron a lo que queda de la escuela y depositaron botellas de agua (en recuerdo de la sed que pasaron la víctimas) y encendieron velas en las ruinas del teatro escolar donde ocurrió la masacre.
El 1 de septiembre de 2004, se celebraba la inauguración del año escolar, cuando un comando terrorista checheno atacó el centro educativo y capturó como rehenes a más de mil personas, entre maestros, alumnos y familiares que asistían la ceremonia.
Los terroristas encerraron a sus rehenes en el teatro del establecimiento educativo y advirtieron que lo volarían incluyendo a los cautivos en en caso de que Rusia no retirara sus tropas de Chechenia o lanzara una operación de rescate de los secuestrados.
Los testimonios de los sobrevivientes cuentan de niños ejecutados delante de los padres, de padres asesinados delante de los niños,
Dos días después, tras una explosión en el interior del teatro, las fuerzas de seguridad lanzaron una confusa operación de rescate, que según las autoridades impidió que los terroristas matasen a todos sus cautivos.
El saldo mortal fue de 330 rehenes muertos de ellos 186 niños, y otros cuatro fallecerían más tarde a consecuencia de las heridas.
Este es el más brutal ataque terrorista ocurrido en la historia de Rusia, y siete años después de la tragedia algunos grupos de familiares presionan para que la Fiscalía Rusa abra un proceso penal contra el ex presidente y actual primer ministro, Vladimir Putin.
Ellos lo acusan de asesinato, exceso en el uso de la fuerza, abuso de poder y negligencia por su gestión durante la crisis de rehenes.
Los terroristas, autoproclamados “Los mártires chechenos”, estaban dirigidos por el carnicero Shamil Basayev.
La exigencia de los facinerosos islamitas era que el gobierno ruso suspendiera las hostilidades contra los separatistas chechenos.
Entre las ‘hazañas’ de Basayev están la toma de más de mil rehenes en un hospital (1995) y la del teatro Dubrovka en Moscú (2002).
En julio del 2006 murió camino a otro atentado, gracias a la explosión de sus propios artefactos. Lo identificaron por pruebas de ADN.
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Lucas Cardona | Minuto30.com
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