Mujeres privadas de la libertad en El Buen Pastor serán capacitadas en emprendimiento e ideas de negocio

En la tarde de este lunes se conoció la estrategia que busca formar a más de 100 mujeres privadas de la libertad para la inclusión productiva y el desarrollo de ideas de negocio.

La ‘Ruta emprendedora para privadas de la libertad’, es un programa que capacitará a más de 100 mujeres del centro penitenciario El Buen Pastor de Bogotá.

Dicha ruta busca generar espacios de preparación personal y técnica para que ellas apoyadas en la importancia de las segundas oportunidades.

Durante el lanzamiento, la Consejera Presidencial para la Reconciliación Nacional, Eva Ferrer, indicó que esta ruta “busca dar segundas oportunidades a las mujeres privadas a la libertad, a partir de la formación en talleres, con la idea de que puedan emprender, una vez recobren su libertad”.

La ruta, que tendrá una duración de cuatro meses, capacitará a 36 mujeres en su etapa inicial, con un programa enfocado en ideas de negocio, mercadeo, ventas, planeación financiera, trámites legales y planes de negocio, así como en asuntos relacionados con equidad de género, empoderamiento económico y liderazgo femenino.

La estrategia busca ser un enlace para generar empleo e impulsar proyectos enfocados en convertir los centros penitenciarios en espacios productivos que fortalezcan el proceso de resocialización.

“Representantes de diversas instituciones del Gobierno nacional tenemos el interés no solo de manejar la privación de la libertad al interior de los establecimientos de reclusión con oficios y cultura, sino también de pensar en un plan de vida hacia afuera, mucho más considerando que tenemos en la mira la utilidad pública”, afirmó Viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Camilo Umaña Hernández,, al manifestar que lo que se quiere es que una mujer que haya estado en una cárcel no regrese nunca más a ese lugar.

Entre tanto, el coronel Daniel Fernando Gutiérrez, Director General del Inpec, afirmó: “El trabajo articulado del Instituto con otras entidades nos permite avanzar hacia el cambio y la humanización del sistema penitenciario, ayudando a las personas privadas de la libertad y funcionarios en la construcción de espacios que permitan la resocialización y el bienestar al interior de nuestras cárceles”.

Esta estrategia es el punto de partida de un proyecto macro de reindustrialización que fortalece los espacios productivos dentro de los establecimientos de reclusión, con una metodología basada en enfoque de género, trabajo digno y paz total.

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