Medellín fue la ciudad escogida para la apertura de celebración de los 100 años de CocaCola

Olor, textura, color… sabor y tacto es lo que trae Cocacola para el disfrute de la capital paisa.

Una experiencia multisensorial, despierta emociones y percepciones de cada uno de los visitantes que asiste a la exposición de arte que escogió al Juan Pablo II, como el espacio para la celebración.

Un evento blanco y rojo invade el aeroparque. Luces, botellas curvas y felicidad se sienten por doquier antes de ingresar a la carpa imponente de Cocacola.

Entre 5 y 10 minutos, un grupo privilegiado de 20 personas ingresa a la felicidad… ingresa a una Cocacola. Eso es lo que sucede con los invitados, se sumergen en una. Tocan la botella, sienten el olor, reciben datos de la bebida negra y se disponen a fotografiarse frente a unas pantallas efervescentes que simulan el gas que se desprende de una botella de Cocacola al ser destapada… Esos millones de burbujas, recrean la silueta de cada persona.

Una puerta roja, decorada con la figura de la botella única se abre y entonces los turistas llegan a una segunda sala. Todo es negro, pero, unos chorros de luz se despliegan por las paredes blancas. Están encargados de iluminar las 20 botellas dispuestas para los recién llegados. Frías, de tamaño adecuado y solitarias, esperan ser tomadas y saboreadas.

Después que se destapan las botellas, un video comienza a roda… A la vista de todos, mientras saborean una de ellas, se les entrega la historia de 100 años de Cocacola…

Otra puerta se abre al terminar el video y una sala de arte recibe a los visitantes. Cuadros, botellas, partes de botellas, colores y formas son protagonistas de lo que recrean unos 100 años de creatividad y recorrido por la felicidad

Aprender, celebrar, disfrutar y conocer es a lo que invita Cocacola a la ciudad de Medellín hasta el 3 de mayo. Además de la exposición, habrá un lounge dispuesto para la música, la comodidad y las compras únicas de productos traídos desde Atlanta.