Si prestamos atención a una serie continua y permanente de palabras y eventos, provenientes de diferentes fuentes como la televisión, la radio, la prensa y el Internet, entre otras, nos damos cuenta de que estamos recibiendo información netamente negativa, morbosa y destructiva. Pero podemos diseñar unos mecanismos para filtrar toda esa información que perturba la paz interior, nubla el conocimiento, distorsiona la realidad y nos somete a vivir condicionados.
Hace algunos días, mientras almorzaba en un restaurante, se oía a lo lejos el ruido molesto de un televisor que no armonizaba con la tranquilidad del lugar. De repente interrumpieron la transmisión del programa y oí una voz que decía: “¡Exclusivo! ¡Última hora! Tenemos noticias de la masacre en la que seis personas fueron acribilladas, e imágenes exclusivas de nuestro periodista transmitiendo desde el lugar de los hechos”. En ese momento, como si fuéramos ratones de laboratorio, todos interrumpimos nuestra agradable comida para presenciar tan grotesca noticia. Lo que más me impresionó fue que nadie estaba viendo televisión ni le prestaba atención al programa que transmitían un momento antes, pero con solo oír “¡exclusiva, última hora!” la gente se levantó de sus asientos, subió el volumen al televisor y todo empezó a girar alrededor de aquella terrible noticia, mientras nos mostraban imágenes de una de las niñas asesinadas, con su vestido ensangrentado. Entendí que el dolor, el sufrimiento y la desgracia de los otros mueven a la gente y, como podemos corroborar, logran la mayor sintonía. Por eso debemos despertar, tomar conciencia, balancear y filtrar la información con la cual nos bombardean.
No confiemos ingenuamente en toda la información —o desinformación— suministrada a través de la palabra. Cuando ésta es expresada a partir del ego, la manipulación o la fuerza, jamás podrá tener eco en nuestras vidas, si tenemos conciencia de lo que estamos oyendo. Esto me hace recordar un proverbio que vi a la entrada de un monasterio, en las montañas del Tíbet:
Puedes obligar a alguien a comer, pero no puedes obligarlo a sentir hambre; puedes obligar a que te elogien, pero no a sentir admiración; puedes obligar a que te cuenten un secreto, pero no a inspirar confianza; puedes obligar a alguien a acostarse, pero no a dormir; puedes obligar a que te sirvan, pero no a que te amen; puedes obligar a que te hablen, pero no a que te escuchen.
2021-05-06
Escuela de Talentos fortalece reserva deportiva colombiana 2025 tras exitosos encuentros nacionales de atletismo, BMX…
Hostigamiento del ELN en Valdivia, Antioquia, deja un menor herido y afecta la seguridad de…
Llega Flaka, el himno que une a Maluma, Kapo y la nueva sangre urbana. The…
Wilmar Roldán fue designado árbitro central de la crucial final de la Copa BetPlay 2025…
Otra vez no pasó: la Comisión Séptima volvió a hundir la reforma a la salud…
Blessd se presentará en Pereira, Ibagué y Cali. Acá te contamos las fechas y más…