Firma internacional destacó a Medellín en el nivel más alto de calificación crediticia posible en todo el país

La calificadora internacional Fitch Ratings, dedicada a la evaluación del riesgo crediticio, ratificó a Medellín en el estándar más alto posible con un nivel de BBB-, que corresponde al límite máximo que actualmente posee la Nación.

Fitch exaltó la fortaleza de las finanzas municipales, al hacer una evaluación especial bajo un escenario en el que la calificación de la ciudad se compara con la de otros pares regionales sin tener en cuenta el límite país, y encontrar que la local podría alcanzar un rating de BBB+ superior al actual.

Dentro de los aspectos que encontró la agencia para otorgar esta valoración se analizaron los siguientes puntos:

– La capacidad de generar ingresos propios a través de sus principales tributos: Impuesto Predial e Industria y Comercio, los cuales alcanzan un 46 % de los ingresos operacionales.

– Los altos niveles de confianza ciudadana reflejados en la buena cultura de pago de los contribuyentes.

– El margen entre ingresos y gastos operativos que creció 17 % en promedio durante 2014 y 2018, y superó un 2 % al crecimiento reportado en 2016.

– La diversidad económica del Municipio de Medellín que permite disminuir el riesgo de concentración de sus contribuyentes.

– La implementación de nuevas tecnologías de información, esfuerzos encaminados a modernizar la administración de la hacienda pública.

La calificadora destacó que la Administración Municipal ha implementado políticas eficientes para la gestión de los excedentes de liquidez y posee una buena capacidad de mantener controlados y supervisados los riesgos por fuera del balance.

Con respecto al nivel de endeudamiento estableció que los riesgos asociados a la volatilidad del interés están comprendidos dentro de las proyecciones y se cuenta con solvencia para cubrir la deuda en un horizonte de cinco años.

Fitch resaltó que los ingresos provenientes por transferencias de EPM son un factor clave para mantener el nivel de inversión social que requiere la ciudad en educación, salud, inclusión social, cultura, movilidad y seguridad, entre otros.