Aprovechar el calor para obtener potencia es la principal finalidad de la energía térmica.
En este escrito, te contaremos las diversas formas en que es posible aprovechar la energía térmica para obtener potencia, explorando desde los métodos más antiguos y tradicionales, hasta los contemporáneos e innovadores.
La también conocida como energía calorífica, es una forma energética que se genera por el movimiento de cada una de las partículas que componen la materia.
Se reconoce por el aumento de la temperatura (calor) y es utilizada para la generación de electricidad, funcionamiento de reactores y maquinaria, así como para garantizar la autonomía energética de los hogares.
A continuación, te contaremos las diferentes formas de aprovechar la energía térmica para la obtención de potencia.
Fuente limpia, renovable y constante que es bastante utilizada para la obtención de energía. Los paneles solares capturan la luz proveniente del sol, la convierten en calor y la transforman en energía.
Esta se utiliza generalmente para procesos comunes de la vida cotidiana como generar electricidad, calentar agua o iluminar oficinas.
Es la forma más común de obtención de la energía térmica, se realiza mediante la combustión de materiales como el carbón, el gas natural, la madera o los combustibles fósiles.
Este proceso genera calor que puede ser utilizado para mover motores y generar calor.
En este apartado se hace referencia a una materia orgánica que puede ser usada para la generación de energía térmica. Los residuos alimenticios, excrementos de animales y la madera, pueden ser utilizados para generar este tipo de energía.
Esta proviene del calor que almacena el centro de la tierra, fundida en el magma terrícola. Este calor tiene usos desde la investigación científica hasta la climatización de edificios.
Son instalaciones que usan la energía térmica para generar electricidad. El calor generado por la energía solar, la energía nuclear, la combustión del combustible o la energía geotérmica es utilizado para el movimiento de turbinas que generan electricidad.
Estos son artefactos que tienen la capacidad de convertir la térmica en mecánica. Los motores de los automóviles, o de combustión interna, es uno de los ejemplos más usados en la vida cotidiana.
Así suene un poco inverosímil, la generación de energía térmica, también puede producir frío.
La mayoría de los sistemas de refrigeración a nivel mundial, utilizan el calor para acrecentar su funcionamiento mediante un ciclo de absorción que permite enfriar un espacio determinado, un ejemplo de estos, son los servidores tecnológicos.
Este proceso se utiliza para calentar los espacios fríos durante las temporadas de invierno. Los sistemas de calefacción central, como sistemas de suelo radiante o las calderas de gas natural, logran calentar el agua o el aire que circula por sus sistemas.
La energía térmica se configura como una fuente energética importante que se configura como un pilar fundamental en nuestra sociedad. Siendo importante para la sostenibilidad y eficiencia energética de las naciones.
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