El costo de contener el derrame de petróleo ya va en 1.600 millones de dólares.

La petrolera británica British Petroleum (BP) aseguró que el costo de limpieza y contención del derrame de crudo en el Glofo de México ya supera los US$1600 millones de dólares, mientras las autoridades continuaban entusiasmadas por los importantes avances en las tareas para contener el vertido.

En un comunicado remitido a la Bolsa de Valores de Londres, la compañía indicó que este monto incluye ayudas a los estados del golfo, así como indemnizaciones a los afectados.

Según BP, los últimos intentos para controlar la situación tras el accidente en una de sus plataformas el pasado mes de abril, ya permitieron recuperar 16.600 barriles de petróleo en sus tres primeros días de operaciones.

Anteayer, en apenas un día se recuperaron 10.500 barriles de crudo, pero BP espera que el ritmo de estos trabajos se pueda acelerar en los próximos días, añadió en el comunicado. La compañía británica señaló que trabaja para hacer más eficiente la tapa de contención, colocada sobre las válvulas rotas en el fondo del mar para transportar el petróleo capturado a un barco que está en la superficie del agua.

Al mismo tiempo, la compañía destacó que también trabaja para que esa tapa sea “más permanente” y pueda ser lo suficientemente flexible durante la temporada de huracanes, que empieza este verano en el hemisferio norte. “Esta es una operación compleja, con riesgos e incertidumbres, que se lleva a cabo a unos 1500 metros de profundidad por debajo del agua”, puntualiza la nota, y recuerda que esta tapa nunca había sido utilizada en condiciones como las actuales a tanta profundidad.

La nueva técnica es una versión modificada de esfuerzos precedentes realizados por BP, responsable de la catástrofe, que desde hace seis semanas intenta detener el derrame de crudo resultante de la explosión de la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril pasado y su posterior hundimiento en el Golfo de México.

A diferencia de una campana anterior de 90 toneladas, la cúpula que opera en el pozo, apoyada por cuatros submarinos robotizados, tiene cuatro válvulas que impiden que el agua penetre en la tapa de contención y obstruya la tubería de elevación que dirige el torrente de petróleo hacia la superficie.

El agua de mar se mezcla con el petróleo y el gas, y forman hidratos debido a las temperaturas muy bajas y la alta presión en esa profundidad del mar. La formación de hidratos causó el fracaso de un primer intento de BP por recuperar el crudo hace cuatro semanas, cuando se probó la colocación de cúpula de contención.