Cuidemos la vida en la vía

En el año 2021, la práctica de piques ilegales dejó 673 vehículos inmovilizados y 1.948 comparendos. Eso sin contar las muertes y consecuencias físicas que esta práctica peligrosa deja en los jóvenes, quienes son los principales actores en carreras y competencias clandestinas por las vías de la ciudad.

Las Palmas y la 4 sur son los puntos más recurrentes en la ciudad de Medellín para esta práctica. En estos mismos lugares la Administración Municipal ha intensificado los controles, para evitar muertes y accidentes en las vías.
Para nadie es un secreto que el exceso de velocidad es la primera causa de muerte en Medellín, en Colombia y en el mundo. En 2021, durante los operativos adelantados por la Secretaría de Movilidad se inmovilizaron un total de 673 vehículos. El objetivo de estos controles es bajar la tasa de mortalidad por incidentes viales a cinco por cada 100.000 habitantes, en la actualidad esta cifra se ubica en diez muertes por cada 100.00 habitantes.

En lo que va corrido del año 2022 se han impuesto 367 comparendos por esta actividad. Esta serie de controles buscan evitar en Medellín los piques y las maniobras peligrosas que son de alto riesgo, no solo para aquellas personas que la practican, sino también para los demás actores viales. Esta actividad ilegal genera un comparendo por valor de un salario mínimo, que equivale a un millón de pesos, y se podrá inmovilizar el vehículo.

Pero aquí lo realmente importante es cuidar y preservar la vida de las personas que hacen parte de la movilidad de la ciudad. Cuando se realizan los piques en las vías, las consecuencias no son solo para quienes ejecutan la maniobra, sino que es sumamente peligroso para todos los actores de la vía. Es por este motivo que es pertinente realizar este tipo de controles que buscan proteger la vida de todas las personas.

Esta reflexión debe traer consigo un tema de corresponsabilidad en la movilidad, donde lo esencial y primordial es la vida. Cuando una persona sale para su trabajo y accede al transporte público, pide un taxi para ir a realizar una diligencia, agarra su moto para trabajar, se transporta en bicicleta o simplemente camina por la ciudad, espera regresar a su casa sano y salvo a compartir nuevamente con su familia.

Y es ahí donde todos los ciudadanos deben tener conciencia y colocarse en el lugar del otro. Cuidar y fomentar el respeto en la vía, es un acto cívico que propende por el amor propio y el de las otras personas. El comportamiento en la vía dice mucho de los valores y de la cultura ciudadana.

Estar presente en la movilidad de la ciudad y volver a casa después de realizar las labores darías, es un derecho que toda persona debe tener, de ahí que en las manos de todos los actores viales está la preservación y el cuidado de la vida.

Es inconcebible que se pierda una vida en la vía mientras las personas se encuentran dentro de la movilidad de la ciudad.

¡Cuidemos la vida en la vía!