Una joven de 23 años quedó atrapada durante siete horas entre dos rocas en el Valle Hunter, Australia, mientras intentaba recuperar su celular. El incidente ocurrió mientras caminaba con amigos por una zona rocosa, y su teléfono cayó en una grieta de tres metros de profundidad.
Al intentar recuperarlo, la joven resbaló y terminó atrapada boca abajo en un espacio tan estrecho que sus amigos no podían alcanzarla. Sin señal para pedir ayuda, se vieron obligados a dejarla y buscar asistencia.
El rescate fue arduo, ya que la única parte visible de la joven eran sus pies, que asomaban por un espacio de apenas 10 centímetros entre las rocas. Equipos de policía, bomberos y voluntarios trabajaron de manera coordinada durante horas para liberarla, cuidando de no mover las rocas de forma peligrosa.
Finalmente, a las 16:30, lograron extraerla con solo algunos rasguños y moretones. Aunque exhausta, la joven salió ilesa, pero su celular quedó atrapado entre las rocas y no pudo ser recuperado.
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