BP afirma poder parar el vertido entre el 20 y 27 de julio.

Después de haber arrojado a las aguas del Golfo de México más de 500 millones de litros de crudo, British Petroleum cree que el final de esa pesadilla podría llegar antes de que termine el mes de julio. Según ha indicado el director gerente de la compañía, Robert Dudley, «en un mundo perfecto sin interrupciones, es posible estar listos para cerrar el pozo entre el 20 de julio y el 27 de julio».

Para esas fechas, BP aspira a haber completado la perforación de un adicional pozo de alivio. Lo que permitiría realizar con efectividad la maniobra de inyectar una ingente cantidad de barro y cemento para sellar definitivamente el pozo principal. Explotación siniestrada hace casi tres meses sin que falten acusaciones de negligencia contra la multinacional británica sobre atajos, recortes y prácticas inseguras.

Con todo, esta nuevo y acelerado plazo para detener el vertido en el Golfo de México no ha dejado de llamar la atención por coincidir con fechas especialmente delicados para BP. El 20 de julio, el primer ministro Cameron es esperado en la Casa Blanca con una agenda bilateral enrarecida por las consecuencias del mayor vertido de crudo en la historia de Estados Unidos. Mientras que el 27 de julio está previsto que la empresa petrolera presente sus beneficios del segundo trimestre.

La Administración Obama sigue contemplando que la incontrolada fuga de petróleo seguirá por lo menos hasta mediados de agosto. Según ha indicado el almirante Thad Allen, coordinador de la Casa Blanca, si se logra completar la misión antes de esa fecha «todos saltaríamos de alegría». Pero según sus advertencias, es muy difícil acertar a la primera a la hora de taponar el pozo siniestrado. A juicio de Allen, «hemos aprendido que es mucho mejor prometer de menos y cumplir de más».