Foto: CAR
En un operativo conjunto, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Fuerza Pública intervinieron un predio en la vereda Gachaneca, municipio de Lenguazaque, donde se desarrollaba explotación subterránea de carbón mineral, actividad prohibida en zonas de páramo por la normativa ambiental vigente.
Técnicos de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), junto a efectivos del Ejército Nacional y la Policía de Carabineros y Protección Ambiental, encontraron maquinaria aún caliente que evidenciaba actividad reciente, así como estructuras para almacenamiento de material minero, campamento y cortes recientes de madera para sostenimiento subterráneo.
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Durante la inspección se documentó la presencia de residuos peligrosos (aceite usado) almacenados en tambores metálicos directamente sobre el suelo, a la intemperie, generando derrames que podrían infiltrarse en el suelo y afectar los recursos hídricos de la zona. Según Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR, este tipo de manejo inadecuado incrementa el impacto sobre el ecosistema y amenaza la calidad del agua subterránea.
La explotación también afectó la flora del páramo, removiendo cobertura vegetal en aproximadamente 0,18 hectáreas, y alteró el paisaje natural con cambios cromáticos marcados por la minería. Además, los páramos constituyen hábitats de especies adaptadas a condiciones extremas, muchas de ellas endémicas, por lo que cualquier intervención representa un riesgo ambiental significativo.
Como resultado del operativo, se impuso una medida preventiva para suspender la actividad minera, y tres personas fueron capturadas y trasladadas al municipio de Ubaté para su judicialización ante la Fiscalía General.
La CAR enfatizó que cualquier actividad minera en páramos está prohibida, reiterando la necesidad de proteger estos ecosistemas estratégicos para la conservación de recursos hídricos y biodiversidad.
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