colangiocarcinoma
Vista del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona (España) en una imagen de archivo. EFE/Enric Fontcuberta.

Barcelona (España), 18 ene (EFE).- La medicina personalizada basada en la clasificación ESCAT,que sirve para catalogar las alteraciones de los tumores según su mayor o menor impacto en la medicina de precisión, mejora el pronóstico de pacientes con colangiocarcinoma, según han demostrado médicos del Hospital Vall d’Hebron de la ciudad española de Barcelona.

El colangiocarcinoma es un tumor que se origina en los conductos biliares del hígado y es muy heterogéneo a nivel molecular.

El estudio, que publica hoy ‘Clinical Cancer Research’, la revista de la American Association for Cancer Research (AACR), también ha servido para demostrar la utilidad de hacer un estudio de secuenciación genética de nueva generación (NGS) en pacientes con colangiocarcinoma.

La investigadora del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncóloga del Hospital Vall d’Hebron, Teresa Macarulla, directora del estudio, ha explicado que «cada vez entendemos más que esta enfermedad es muy compleja y heterogénea, y que es necesario seleccionar debidamente los tratamientos para lograr el mayor beneficio».

Para llevar a cabo el estudio, analizaron a 327 pacientes que fueron tratados de un colangiocarcinoma entre 2011 y 2020 en el VHIO y vieron que un 56,3 % de los tumores presentaban alteraciones moleculares sobre las que era posible dirigir un tratamiento.

«Las opciones de tratamiento para el colangiocarcinoma avanzado son limitadas y las armas terapéuticas de las que disponemos son pobres. El hecho de saber que más de la mitad de estos tumores presenta alteraciones que se pueden tratar de forma personalizada aporta un dato muy esperanzador que nos ayudará a implementar una medicina de precisión que mejore los resultados de estos pacientes», ha señalado Macarulla.

Para hacer el análisis retrospectivo utilizaron la clasificación ESCAT, una herramienta desarrollada por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y que sirve para catalogar las alteraciones de los tumores en base a seis categorías para usar terapias dirigidas a alteraciones moleculares, lo que ofrece a los médicos un medio para priorizar la selección del tratamiento.

«Es la primera vez que se usa esta herramienta para tratar el colangiocarcinoma y ha permitido identificar a los pacientes que consiguen un mayor beneficio de la medicina de precisión», según Macarulla, que ha especificado que la supervivencia libre de progresión fue de más de 5 meses frente a los 1,9 meses antes de usar la medicina personalizada.

«La integración de ESCAT en la gestión del tratamiento ofrece a los médicos una herramienta valiosa para ampliar las oportunidades terapéuticas de estos pacientes, sobre todo en un entorno refractario a la quimioterapia», ha concluido Macarulla.

El colangiocarcinoma es un tumor que afecta a los conductos biliares y que tiene una muy baja incidencia, con una afectación que oscila entre 2 y 3 habitantes por cada 100.000, aunque esta baja incidencia se ha incrementado en los últimos años, posiblemente debido a las mejoras en su diagnóstico.

«El colangiocarcinoma es una enfermedad altamente heterogénea y terapéuticamente desafiante con un pronóstico pobre. Cuando los pacientes con enfermedad avanzada no responden a la quimioterapia de primera línea, las opciones de tratamiento de segunda línea son limitadas», ha precisado la óncologa del Hospital Vall d’Hebron Helena Verdaguer.

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