Joao Doria, gobernador del estado más industrializado y poblado de Brasil, encarna el malestar de las autoridades locales y regionales del país con el presidente Jair Bolsonaro, a quien acusan de menospreciar el COVID-19 e incitar a la población a retomar su vida normal para no frenar la economía.

En una entrevista con EFE desde el palacio de los Bandeirantes, sede del Gobierno regional, Doria, del centro-derechista PSDB, estima que su antiguo aliado Bolsonaro «no está en plenas facultades mentales para poder liderar» el país.

El gobernador aclara que no dirá «nada de lo que se puede hacer», pero deja en manos del Congreso -con poderes para iniciar un juicio político- para que «evalúe y tome una decisión» acerca de cómo proceder ante «un presidente que no tiene capacidad para racionalizar, interpretar y liderar un país».

Sao Paulo, que cuenta con 46 millones de habitantes y aporta un tercio del PIB brasileño, es la región con más muertos e infectados por el virus de Wuhan en el país: 68 y 1.223, respectivamente. Hasta este viernes, en todo Brasil se contabilizaban un total de 3.417 contagiados y 92 fallecimientos.

P. Ha endurecido últimamente el discurso contra Jair Bolsonaro. ¿Qué está sucediendo?

R. Sucede que tenemos un presidente desconectado de la realidad, no es razonable que un presidente de la República califique como gripecita a una crisis mundial como la del coronavirus (casi 30.000 muertos); tampoco es razonable que el propio Gobierno haga una campaña incitando a que las personas salgan de casa en el mismo momento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas se queden en casa. Es un acto de profunda irresponsabilidad y falta de respeto al ser humano (…) Sao Paulo tiene 46 millones de habitantes, casi la misma población que España. Aquí no se va a aplicar una medida que coloque en riesgo la vida de millones de brasileños que viven en Sao Paulo. Nuestra posición es que las personas se queden en casa, siguiendo las directrices de la OMS.

P. Cuando se refiere a que el Gobierno federal hace campaña por romper la cuarentena para que la economía brasileña no pare ¿se trata de un video que llegó a colgar en las redes uno de los hijos de Bolsonaro, pero que la Secretaría de Comunicación del Ejecutivo no lo reconoció como oficial?

R. El video fue producido por la Secretaría de Comunicación con recursos públicos para atender al sentimiento de que no tenemos una pandemia en Brasil, apenas una crisis de resfriado (…) Hoy el presidente de la República, en una entrevista a una emisora de Sao Paulo, acusó al Gobierno regional de estar falsificando los atestados de muerte de brasileños que mueren de coronavirus (…) Tenemos a un presidente que no está con las facultades mentales en plenitud para poder liderar el país.

P. Un estudio reciente tasaba las muertes por COVID-19 en Brasil, que cuenta con 210 millones de habitantes, en 1,15 millones si no se tomaban medidas de contención.

R. Nosotros seguimos la orientación de un grupo de especialistas en epidemología e infectología desde el 22 de febrero para tomar decisiones fundamentadas. En el plan económico, contratamos a la consultora Deloitte para prepararnos sobre los impactos. Nosotros actuamos en coordinación con el ministerio de Sanidad. Es curioso porque tenemos un presidente que pide a la gente que salga a la calle para violar las cuarentenas que los gobernadores establecieron. Pero ese mismo Gobierno tiene un Ministerio de Sanidad que sí que sigue el protocolo internacional de la OMS.

P. Acaba de señalar que Brasil tiene un presidente que «no está en plenas facultades mentales». ¿Qué haría usted en una situación así?

R. Es una pregunta que se debe dirigir a los miembros del Congreso Nacional, a diputados y senadores, que representan a las cámaras legislativas. Yo, como gobernador, no debo decir nada sobre lo que se puede hacer. Constato, eso sí, la sucesión de medidas equivocadas, torpes, que atentan contra el orden público y la vida de las personas. No es razonable que alguien con el mandato de presidente de la República cometa esos errores tantas veces en un periodo tan corto de tiempo. No es de alguien que esté bien psicológicamente, es de alguien que sufre de algún problema de tipo psiquiátrico (…) En todo caso, cabe al Congreso evaluar y tomar la decisión sobre lo qué hacer con un presidente que no tiene capacidad para racionalizar, interpretar y liderar un país.

P. Según un reciente sondeo, Bolsonaro cuenta con un 35 % de apoyo. ¿Le sorprende?

R. De cierta forma me sorprende, pero estos números antecedieron a la crisis del coronavirus. Creo que puede haber algunos cambios, aunque para quien llegó al poder con más del 60 % ya es vergonzoso que en solo 15 meses tenga menos del 35 %.

P. Ha alegado haber recibido mensajes de amenazas en las redes. ¿Sabe el origen?

R. Me lo imagino, pero quien está haciendo la investigación es la Policía Civil del estado de Sao Paulo. Después de dar una entrevista anoche, mi celular fue invadido de mensajes groseros, con insultos, amenazas de todo tipo que fueron creciendo hasta decirme que me iban a matar, a invadir mi casa. Se llegó a difundir la fachada de mi residencia e incitaron a manifestarse frente a mi casa.

P. En su denuncia pública, habló de un «gabinete del odio». ¿De qué se trata ese gabinete?

R. Se sabe que ese gabinete está dentro del palacio (presidencial) de Planalto, en el cuarto piso, muy cerca del despacho del presidente dy está dirigido por dos hijos de Bolsonaro, Carlos, concejal en Rio de Janeiro, y Eduardo, diputado federal. Se cree que hay 15 personas trabajando con ellos para destruir adversarios políticos, a periodistas, a formadores de opinión en la cultura y en la literatura. Todo el que pueda hablar mal del presidente Bolsonaro.

P. Se le acusa de haberse aprovechado de la figura de Bolsonaro para resultar elegido gobernador de Sao Paulo en 2018.

R. Quiero registrar aquí mi más profundo arrepentimiento de haber apoyado a Jair Bolsonaro, pero no había ninguna posibilidad de haber defendido la candidatura de Fernando Haddad (rival de Bolsonaro, de izquierdas), ni ahora ni en el futuro. Bolsonaro representa un grado de amenaza a la democracia tan nocivo como lo fue la extrema izquierda. Brasil pasó en dos años de una visión de extrema izquierda, corrupta, nociva y mentirosa, a una extrema derecha mentirosa, agresiva y con una enorme vocación totalitaria.

P.¿Qué figura ve como rival de Bolsonaro en 2022?

R. Es algo único en la historia de la República, un presidente electo que en el segundo mes de mandato anuncia ser candidato a su propia sucesión. Desde su segundo mes de Gobierno él no gobierna, él está en permanente proceso electoral y aprovecha para hostigar a adversarios, intimidar a la prensa, criticar al poder judicial y muestra una gran vocación para el autoritarismo, algo que ya vivimos entre 1964 y 1984, en la dictadura militar.

P. ¿Se ve como candidato o lo descarta?

R. Estoy con todas mis fuerzas y capacidades centradas en administrar Sao Paulo.

EFE

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