Sicario mafioso huyó 30 años y lo encontraron por promocionar sus pizzas

Saint-Étienne es una pequeña ciudad ubicada en los Alpes, al sudeste de Francia y capital del departamento de Loira.

Hasta esa ciudad llegó la policía internacional el dos de febrero y ubicó a sus comandos en una pequeña pizzería, famosa por sus platos italianos – y por supuesto la pizza – pero también por el cocinero : un hombre maduro de 63 años a quien los comensales conocían como Paolo Dimitrio.

Pues luego de un rato de espera y vigilancia, los policías rodearon al chef y lo detuvieron bajo cargos de asesinato y de pertenencia en alto grado de jerarquía a la Ndrangheta, la mafia nacida en Calabria, Italia, y que hoy tiene tentáculos en Suramérica y varios países europeos.

Al chef capturado le desvelaron su verdadera identidad, Edgardo Greco, acusado y condenado por matar a golpes a los hermanos Stefano y Giuseppe Bartolomeo en Cozenza, Italia. El crimen ocurrió a comienzos de los años 90. También por esas calendas, Greco intentó asesinar a otra persona, miembro de bandas rivales.

Tras la acusación y la orden de captura, Greco huyó de Italia y gracias a sus cómplices mafiosos, pudo esconderse varios años en Europa. Finalmente, ocho años atrás llegó a Saint-Étienne y se decantó por desempeñarse como cocinero de comida italiana.

El oficio le fue tan bien, que terminó hace pocos días concediendo una entrevista para un medio local en la que detalló las recetas de sus platos e invitando a degustar su pizza, tal cual emprendedor gastronómico.

Pero su mala suerte estaba echada: por cuenta de la entrevista, el fiscal antimafia italiano Nicola Gratteri, lo reconoció pese a sus años de más, a la barba gris, a los anteojos deportivos y a la sonrisa de cocinero exitoso.

De inmediato se puso en marcha el operativo para capturarlo, tomando en cuenta que desde el 2019, la policía tenía indicios de su permanencia en esa región francesa pero sin un lugar determinado.

Hoy Edgardo Greco está ingresado en una cárcel italiana de la que tal vez nunca más vuelva a salir. Su pasado lo condenó a ese destino.

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