Mirando hacia el futuro

Sea este el momento para conciliar y seguir uniendo voluntades

Tras una ardua batalla en los estrados judiciales, hoy puedo levantar con orgullo la bandera del triunfo. Sin embargo, esta victoria jurídica trae consigo sinsabores y amarguras.

Es muy triste que algunos compañeros de bancada, a quienes conozco hace años y con quienes he compartido y departido, hayan iniciado una campaña de desprestigio acusado de “traición” a tres mujeres íntegras en sus palabras y actos, y con ellas a mí, sólo por tener criterio y actuar en derecho, vulnerando nuestro derecho a la honra y al buen nombre. A ellos les tiendo mi mano y les hago un llamado a la unidad.

Con la fe puesta en la justicia y la confianza en nuestras instituciones, inicié junto a mis compañeras de bancada una lucha por hacer valer nuestros derechos ante una decisión mediática, arbitraria, errática, probablemente revanchista y a todas luces desproporcionada.

Pese a tantos ataques y obstáculos, la determinación unánime de los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral nos da la razón y nos devuelve el voto que arbitrariamente nos arrebataron hace cinco meses y nos devuelve la voz al interior de nuestra bancada y nuestro partido. Lejos de “traicionar al partido” nuestras decisiones siempre serán para no traicionar a nuestros principios.

Este no es el final de esa lucha, tan sólo el inicio. Seguiré en las calles y en territorio trabajando por Medellín, reiterando lo que siempre he dicho: con mi conciencia tranquila, la frente en alto y mirando hacia el futuro, mi criterio y mis decisiones siempre estarán por encima de intereses partidistas y coyunturas o rencillas políticas de momento, pues siempre tengo en mente el interés supremo del bien común y el bienestar de la ciudad.