Hoy en el Día Mundial de la Hipertensión, el Distrito promueve los cuidados al corazón y los estilos de vida saludable

Promoviendo los hábitos de vida saludable, el Distrito de Medellín se suma este 17 de mayo al Día Mundial de la Hipertensión, una fecha para la prevención, el diagnóstico y el control de la enfermedad.

“Queremos sensibilizar a toda la población para que tenga un estilo de vida saludable, una alimentación alta en frutas y verduras, reduzca el consumo de sal, de azúcares, de grasas saturadas y, adicionalmente, disminuya o suspenda el consumo de tabaco y alcohol”, explicó la líder de Promoción y Prevención de la Secretaría de Salud, Lina Bedoya.

La hipertensión es la presión excesiva de la sangre sobre las paredes de las arterias. Esta fuerza varía con la actividad física, algunos alimentos, medicamentos, entre otros factores. Puede endurecer las arterias, así como afectar el corazón, el riñón y el cerebro, lo que se convierte en riesgo de enfermedades cardiacas.

En la ciudad, cerca de 400.000 personas son diagnosticadas cada año con esta patología y clasificadas dentro del sistema de salud como Cuentas de Alto Costo (CAC). El Distrito implementa estrategias como exámenes de riesgo cardiovascular para su detección temprana e intervención oportuna y acciones educativas.

“Estamos realizando chequeos a toda la población mayor de 18 años. Al momento llevamos más de 900.000 tamizajes, en articulación con las EPS, con las cuales identificamos cuál es el riesgo de cada persona y les entregamos instrucciones de estilos de vida saludable para que aprendan a cuidar el corazón y su bienestar general”, agregó la líder Lina Bedoya.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con mayor riesgo son: mayores de 35 años, que padezcan sobrepeso, las que no realizan ejercicio físico de forma regular y, además, quienes tienen familiares que han sufrido de hipertensión arterial o que fuman regularmente.

Los signos de alarma de las enfermedades cardiovasculares son: dolor de pecho; falta de aire; entumecimiento; debilidad o frío en las piernas o los brazos; dolor en cuello, mandíbula, garganta, abdomen superior o espalda; dolor de cabeza intenso; dolor en la nuca; mareo; dificultad para respirar; y sangrado por la nariz.

Entre los factores de riesgo están la edad, el género, antecedentes familiares, tabaquismo, carencia de una dieta balanceada, alto consumo de sal, falta de actividad física, estrés, consumo de alcohol, hipertensión, diabetes y obesidad.

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