Ximena Aulestia se repone de un cáncer y regresa a Ecuador

Después de veinte años en Colombia, Ximena Aulestia ha decidido regresar a Ecuador, su país de origen. Se repone favorablemente de un cáncer de tiroides, que la obligó a retirarse de la jefatura de comunicaciones del Ministerio de Ambiente.

Por Edgar Artunduaga

La vimos por nueve años en el noticiero de televisión NTC y despues como imagen -elegante y sobria- de distintas entidades del Estado. Presentó el programa “Siguiendo el Rastro”, que emitieron Caracol y RCN.

Al dejar la televisión, fue Adjunta de Prensa y Cultural de la Embajada del Ecuador en Colombia. Luego trabajó en el SENA; en la Comisión de Regulación de Comunicaciones, CRC;  presentó el Programa de televisión de la Alta Consejería para la Reintegración, donde conoció –dice- “una Colombia maravillosa pero llena de grandes carencias que golpea y sensibiliza”.

Hace poco llegó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, a la Coordinación de la Oficina de Prensa. Al mes le descubrieron el cáncer. El médico le dice que “es manejable”. Sin embargo –admite- “es un invasor que requiere de tiempo para eliminarlo con cirugía y tratamiento y por supuesto ponerle mucha atención, así que resulta un factor de distracción”.

Nació en Río de Janeiro, por una casualidad, como suele pasar con los diplomáticos. Sin embargo, su nacionalidad es colombo ecuatoriana.

Son ocho hermanos y ella la sexta, primera de las hijas mujeres, situación que siempre tuvo una especial connotación. Estudió diseño de interiores pero el destino –afirma- me llevó a las comunicaciones de las que me enamoré y fui fiel durante toda mi vida.

Se casó a los 17 años y tiene de ese matrimonio sus dos hijos, ya cuarentones, que parecen modelos de publicidad y que muestra orgullosa en múltiples fotos. ¡Y también sus nietos!, porque Ximena es una abuela amorosa.

Del segundo matrimonio, con un colombiano, mejor no hablar. Estado civil: felizmente divorciada (pienso yo, ella es muy reservada).

En Ecuador presentó en el canal Teleamazonas el Noticiero 24 horas, durante 12 años, y Gamavisión dos años. Al mismo tiempo fue Directora de Relaciones Públicas y Comunicaciones y la imagen de la Tarjeta Master Card.

Lleguó a Colombia, por el matrimonio, en el año 1993. Después de nueve años terminó con esa relación y desde entonces vive en el campo.

Ximena, arrimándose hoy a los 60 años de edad, se conserva distinguida y estar frente a ella es como verla en el televisor, ahora vestida con cuellos altos para ocultar la cicatriz de la cirugía. Siempre ha preferido el campo, razón que explica su gusto por vivir en una pequeña finca en La Calera, desde donde se ven cercanas las luces de la Bogotá nocturna.

Abiertamente hablamos de su cáncer:

La noticia de la “enfermedad” produjo un primer impacto dramático y pasó por varias etapas entendibles pero superables, nunca con aquella pregunta de “porqué a mi”. Es algo a lo que estamos expuestos, simplemente porque somos seres vivos a los que tarde o temprano nos llegan males, el invasor está expulsado pero hay que estar muy atentos de aquí en adelante.

Y filosofamos de la vida:

La vida es un regalo y como tal hay que disfrutarla, sin apegos de ninguna clase, con absoluta placidez. Lo que estorbe para lograr todo aquello que produzca sonrisa y paz, hay que quitarlo tanto en lo personal como en lo profesional, hay que buscar las circunstancias que se necesitan para lograr la placidez en el día a día y, si no se encuentran hay que crearlas. Nos complicamos de manera absurda, cuando lo básico es maravilloso con una botella de buen vino y un excelente chocolate……

También pusimos enfrente a la muerte….

Es una amiga permanente, siempre está ahí esperando el momento adecuado, es un simple cambio de estado, es un descanso. “La vida es muy corta y la muerte muy larga”, me produce curiosidad, no miedo ni angustia, cuando llegue será bienvenida sin dramatismos.

Ximena regresa a casa….

Normalmente no hago planes a largo plazo pero ahora quiero volver a mis raíces, tengo sentimientos grandes por Colombia pero los míos están a una hora. Por supuesto no quiero dejar, por completo, lo que me produce alegría…..este maravilloso país.