La ex senadora Piedad Córdoba confiesa que se cansó de pedirle una cita al Presidente Santos pero éste se ha negado a recibirla, “porque no ha tenido tiempo o simplemente se ha olvidado”.

Por Edgar Artunduaga

Sin embargo, quiere pasar por alto el desplante y seguirá luchando por la liberación de los secuestrados. En su opinión eso es lo importante, por encima de celos o resentimientos políticos.

En lo personal y político –piensa- ha sido altamente costoso, o por lo menos muy duro. Aunque las liberaciones pueden justificar hasta la pérdida de su curul de Senadora. “Es mejor así que estar sentada, pensando, opinando sin importar lo que pase”.

Su familia ha sufrido muchísimo “no por la destitución misma, sino por los oprobios, por los señalamientos, por no poder ir -como cualquier persona- a un sitio público, por no poder siquiera comprar un apartamento (nadie quiere ser su vecino). De resto, soy una persona normal. Tengo mucha capacidad de conmoverme y gracias a Dios que la tengo porque eso es lo que me hace trabajar fuertemente en la búsqueda de la paz”.

Sus hijos sigue en el exterior, bien, ya enrutados, estudiando, organizados, contentos.

¿Y su vida de mujer, de mujer que necesita compañía?

Si me está preguntando que si tengo novio, le quiero contar que no. Yo decidí dedicar mi vida a la búsqueda de la paz, usted lo sabe, me vio en el Congreso. Se me arrima mucha gente pero para otras cosas. Duermo bastante, tranquila, muy contenta, satisfecha.

¿Piedad Córdoba desayuna con alacranes?”.

No. Fuera de la imagen que se ha querido generar, soy una persona firme en mis convicciones, que tengo carácter. Sería más fácil estar aplaudiendo la Unidad Nacional que pone a comer a mucha gente, no a los pobres del país. Yo sigo en la oposición buscando un país diferente.

-El sentimiento que tengo es de satisfacción, por los varios años que conducen finalmente la liberación de todos, con una serie de hechos dolorosos como el asesinato de los policías en el mes de noviembre.

-En tanto exista la guerra van a pasar cosas graves. El Presidente ha exigido actos de paz y creo que este es un gesto muy importante, que hay que valorarlo. A mí me parece innecesario mirar hacia atrás.

-Hacer una liberación en medio del conflicto, de la guerra, no es fácil. Es muy distinto cuando hay una tregua o un espacio de tranquilidad. Ojalá el Gobierno tenga la fuerza de palabra para impedir enfrentamientos en las liberaciones, que pongan en riesgo la vida de la gente.

-Si todos remáramos para el mismo lado, si todos mentalmente lo quisiéramos, alcanzaríamos la paz, independientemente de cómo piense cada cual. Lo vergonzoso es llevar tantos años en la guerra sin consolidar espacios que conduzcan a la paz.

-Estas cosas no se consiguen simplemente por escribir en un periódico, por hablar en una emisora o por escribir libros y libros que se convierten en tratados de lo que nunca se va a hacer.

-Hay que humanizar esta guerra tan terrible. Buscar escenarios de acercamiento entre el Gobierno y la insurgencia, con las personas que tenga destinadas para eso, con la más absoluta prudencia. Creo que eso da más resultados que andar buscando recursos para matar gente en este país.

-Yo no siento que el Gobierno esté dando pasos hacia la paz, porque creo que se ha desgastado en una serie de cosas, entre otras en pelear conmigo innecesariamente. Ojalá estos avances que se están dando se consoliden.

¿Se va del Partido Liberal?

No me voy, pero estamos exigiendo respeto por los estatutos, por lo que fue el apoyo de dos millones y medio de colombianos en la profundización democrática del mismo.

Este es el partido del pueblo y ellos lo convirtieron en un club de parlamentarios. Nosotros estamos exigiendo la legalidad, la institucionalidad.

Respeto a Simón Gaviria como persona, como ser humano, pero creo que el golpe de Estado que le dio a los estatutos y al Partido no lo hacen merecedor del respeto que los demócratas tenemos por la democracia.

Y sobre el Presidente Chávez….

Yo confío en que el Presidente se recupere. Lo necesitan Venezuela y toda América. Ha demostrado que un mundo mejor es posible. Yo le profeso un gran afecto por todo lo que ha sido capaz de hacer por el país y por la paz.

Mi agradecimiento es imperecedero. Además me siento muy cómoda con su amistad porque pensamos lo mismo, creemos en lo mismo, queremos lo mismo. No voy a desdecirme de lo que he dicho siempre. Le tengo un profundo cariño y afecto al Presidente Chávez.

Sobre su enfermedad hay que entender que un cáncer no es una gripa, pero la medicina está muy adelantada y más Venezuela y Cuba.

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Redacción Minuto30

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