Por estos días de agite por la muerte de George Floyd, muchas historias han salido a flote sobre el racismo.
Entre las historias de la defensa de los derechos raciales, los medios en Hollywood, destacan que una de las defensoras fue la rubia Marilyn Monroe, quien defendió en una oportunidad a la gran artista del jazz, Ella Fitzgerald. El suceso se remota a 1950, cuando a la voz de ébano no le permitían tocar por su color de piel en un popular club “Mocambo” de los Ángeles. Marilyn, que se enamoró de su forma de interpretar jazz, llamó al dueño del club y le dijo “que si le permitía tocar Ella, estaría ahí todas las noches“, lo cual lo beneficiaria con la cantidad de prensa que atraería al lugar con su presencia. El propietario y manager del icónico sitio no lo dudó dos veces y la actriz estuvo ahí todas las noches, en primera fila lo que garantizaba una gran cobertura de prensa.
Lea la cogieron contra Tom & Jerry por insinuaciones racistas
Cuentan que Fitzgerald dijo: “después de eso, nunca más tuve que volver a tocar en ningún pequeño club. Marilyn era una mujer fuera de lo común, adelantada a su época y ella ni siquiera se daba cuenta“. Hoy vuelve está historia como la de Whoopi Walberg, que está en contra de las licencias creativas que vienen censurando historias como la de sacar del catalogo “Lo que el Viento se Llevó“, según algunos por insinuaciones racistas que no vienen al caso es la historia afroamericana en los Estados Unidos como mucho honor.
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