Resumen: El exministro de Hacienda Ricardo Bonilla sufrió una descompensación por baja presión arterial mientras permanece recluido en el CESPO, en Bogotá, y fue atendido de manera prioritaria, según informo la W Radio. Su estado de salud preocupa por antecedentes como un ataque isquémico cerebral y otras patologías crónicas, razón por la cual su defensa pidió al Inpec considerar su condición médica y edad. Pese a ello, continuará privado de la libertad mientras avanza el proceso por el caso UNGRD.
El exministro de Hacienda Ricardo Bonilla presentó una descompensación de salud asociada a un episodio de baja presión arterial, situación que obligó a la intervención inmediata de personal médico mientras permanece recluido en el Centro de Estudios Superiores de la Policía (CESPO), en Bogotá.
De acuerdo con información conocida por la W Radio, el hecho se registró el sábado 20 de diciembre, lo que motivó una valoración médica prioritaria dentro del centro de reclusión, donde Bonilla cumple una medida de aseguramiento intramural ordenada por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, en el marco de la investigación por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El estado de salud del exministro ha sido motivo de especial atención debido a antecedentes médicos recientes. Hace algunos meses, Bonilla sufrió un ataque isquémico cerebral, tras el cual presenta afasia motora, una condición que afecta su capacidad de comunicación y que requiere seguimiento clínico permanente. Según la defensa, este episodio incluso lo llevó a permanecer en una unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de la Universidad Nacional de Colombia.
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Ante este panorama, la defensa del exfuncionario elevó una solicitud formal al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en la que pidió considerar su delicada condición médica y su edad, 76 años, al momento de evaluar las condiciones de su reclusión. En el documento, conocido por la W Radio, los abogados invocaron la protección reforzada de derechos fundamentales como la vida, la dignidad humana, la integridad personal y la salud.
Además del antecedente neurológico, la defensa señaló que Bonilla fue diagnosticado con varias patologías crónicas, entre ellas enfermedad renal crónica, dislipidemia, hiperplasia prostática y reflujo gastroesofágico, afecciones que demandan controles constantes y atención médica especializada.
Pese a los argumentos presentados, el Inpec determinó que el exministro continuará privado de la libertad en el CESPO, mientras avanza el proceso judicial que lo vincula presuntamente al entramado de corrupción de la UNGRD. Las autoridades, por su parte, indicaron que se mantendrá el monitoreo de su estado de salud y la atención médica necesaria conforme a los protocolos establecidos.
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