El Pastor

En estos días, donde el país ha sido tocado en sus fibras más sensibles, siendo testigos de la muerte de Rosa Elvira Cely en un caso de salvajismo, negligencia de las instituciones y de la prestación de salud en Colombia, solo le faltaba la cereza al pastel, un pastor que se cree enviado de Dios y que abusa sexualmente de sus feligresas.

Por Ángela María Falla Munar*

Alvaro Javier Gamez Torres, oriundo de Medellín, es pastor en uno de los tantos templos regados por Colombia del Ministerio Apostólico y Profético Salem; cree ser el enviado de Dios a la tierra después de Jesús, se autoproclama el apóstol ungido. Llevaba casi 20 años en estos menesteres. Engañaba a mujeres jóvenes con ayuda de otras para que fueran sus esclavas sexuales.

Con ayuda de la ONG Red de apoyo a las víctimas de sectas este caso es conocido por los y las colombianas; la opinión pública está indignada: por su calidad de líder espiritual las mujeres y jóvenes sentían que estaban haciendo un favor a Dios, obviamente todo era un lavado de cerebro, tomaba apartes de la biblia que interpretaba a su amaño para incentivar sus prácticas, les decía a sus víctimas que si sostenían relaciones sexuales con él serian bendecidas.

Este no es el primer caso de abuso de la autoridad “religiosa”, hay casos en todas las iglesias y sectas en el mundo. El abuso espiritual es bastante complicado porque las personas que son víctimas, siempre están buscando ayuda y creen encontrarla en las iglesias. Es una manipulación sutil y continuada, que maneja la culpa y la redención para esclavizar por medio del poder espiritual, con la esperanza de conseguir una bienaventuranza los y las feligresas terminan hundidos en vejaciones.

Ahora Gamez esta evadido de la justicia. Ansiamos que la justicia no esté ciega, ni coja, ni sordo muda con este caso, que se aplique con severidad. Ansiamos que no recurran a la vieja estrategia de inimputabilidad (ya pasó en varios casos). Ansiamos que por su peligrosidad esté preso rápidamente y por mucho tiempo. Ansiamos que no se nos olviden este y muchos otros casos de violencias contra las mujeres. Ansiamos que no se repita. @angelafallam

*Abogada Representante Legal Colectivo de Mujeres Jóvenes