Desde que se lanzó como candidato a la Alcaldía de Medellín, Quintero se ha convertido en el centro de ataques por parte de la oposición, que incluso, sin empezar su periodo como Alcalde, se vio atacado con información falsa y mentiras para enfrentarse a una estrategia de desprestigio que es lo que comúnmente hace la oposición cuando pierden.

No es fácil presentar un pensamiento independiente y alternativo en la cuna del uribismo, “-la capital antioqueña- lejos de la maquinaria política acostumbrada a tener el poder y hacerse a él desde cualquier esquina”; así se presentó Quintero y convenció a la gente en las calles, ahora como alcalde se ha tenido que enfrentar a una maquinaria dispuesta a todo para desacreditar la labor del alcalde, la misma que ha sido reconocida en Medellín, el resto del país y en el mundo.

No obstante, también es cierto que ha recibido una oposición férrea de quienes antes tenían el poder y lo perdieron en las elecciones pasadas, y subsiguiente a todos estos ataques desmedidos, aparecen movimientos, empresas y excontrincantes de la arena política afectados por la perdida de beneficios que, por costumbre, tenían con anteriores administraciones politiqueras que se repartían el dividendo bajo el concepto de crecer como ciudad.

En Antioquia quizás no se había logrado consolidar políticamente verdaderos liderazgos que, inclusive, llegarán a puestos de poder como la Alcaldía de Medellín, Daniel Quintero es la atípica forma de liderar una ciudad en la que la corrupción y la politiquería estaba enquistada, y se había hecho camino hasta naturalizarse; aquí toman protagonismo grupos armados, el empresariado antioqueño más poderoso, familias de políticos tradicionales y una academia de élite que elegían a los mandatarios a través de grandes recursos de pauta con la que lograban manipular la opinión pública.

El Alcalde Quintero se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el uribismo y el fajardismo en la que caben concejales como Daniel Duque y Alfredo Ramos, que hoy trabajan en equipo para evitar perder el poder que aún les queda a sus jefes políticos y jugarse el futuro en las legislativas y las presidenciales donde tienen una alcaldía menos; así entonces, Quintero ha logrado destronar al uribismo con toda su organización de poder disfrazada de democracia, lo mismo ha hecho con el partido Compromiso Ciudadano, movimiento de Sergio Fajardo, y que, con toda su maquinaria aparecen como los que manipulan y dividen una ciudad injustamente para cumplir sus deseos políticamente incorrectos.

A estos actores opositores se le suman movimientos pro revocatoria, que nacieron tras la aceptación ciudadana que ha tenido la administración y el propio Alcalde Quintero, son movimientos sin norte, que dividen y en sus redes sociales, solo tratan de entablar peleas sin argumentos y desinformar para generar confusión, porque hacen parte de empresas y grupos políticos que quedaron fuera de la escena política al perder las elecciones de la alcaldía de Medellín.

Una ejemplo claro de este tipo de estrategia sería Hidroituango a través de EPM; el uribismo, fajardismo y otros sectores políticos se han unido para inventar una crisis con tal de defender la corrupción que se daba al interior de sus negocios con contratistas del empresariado antioqueño, pero que finalmente con la demanda por parte de la alcaldía, se evidencia que los intereses de la oposición van más encaminados a no perder los ingresos de los amigos, que el beneficio social que se debe tener.

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Redacción Minuto30

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