Cortesía
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Un sorprendente y lamentable hecho ocurrió en Ocaña, Norte de Santander, cuando una perrita en estado de gestación que había sido atacada con arma blanca llegó por sus propios medios al hospital de la ciudad donde fue atendida inmediatamente, sin embargo falleció poco tiempo después a raíz de sus heridas.
El celador del lugar fue quien se percató del estado del animal, quien tenía el puñal aún clavado en su cuerpo y dio aviso al cuerpo médico del lugar quienes sin importar que no fuera un humano le brindaron los primero auxilios, la lograron canalizar y estabilizar mientras era remitida a un centro veterinario.
En horas de la madrugada la perrita logró ser trasladada y fue intervenida quirúrgicamente para remover el objeto, sin embargo pese a todos los esfuerzo el animal falleció debido a la gravedad de las heridas.
Habitantes de la ciudad rechazaron el hecho, por su parte una fundación protectora de animales declaró que este sería el tercer caso de este tipo, los dos primero animales lograron sobrevivir.
2018-08-10
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