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La Empresa Pública de Medellín (EPM) alertó sobre el aumento del consumo fraudulento del agua en el Valle de Aburrá y Rionegro, lo que ha generado preocupaciones por la seguridad hídrica de la región.
Según datos de EPM, el Índice de Pérdidas por Usuario Facturado (IPUF) ha alcanzado 6,89 m³ por usuario al mes, lo que representa pérdidas anuales de aproximadamente 117 millones de m³.
Este volumen perdido se asemeja a llenar el embalse de La Fe en El Retiro diez veces.
Santiago Ochoa Posada, vicepresidente de Agua y Saneamiento de EPM, destacó que este fenómeno no solo impacta la disponibilidad del agua, sino que también amenaza la infraestructura del acueducto y la sostenibilidad a largo plazo del recurso hídrico.
Las conexiones no autorizadas a la red de distribución no solo aumentan costos operativos, sino que también ponen presión sobre las fuentes hídricas.
EPM está intensificando sus esfuerzos para controlar estas pérdidas a través de la búsqueda de fugas y el fortalecimiento del control de fraudes.
En asentamientos informales, se estima que unas 40,000 viviendas consumen agua de manera fraudulenta, con un promedio de 29 m³ al mes, tres veces más que un hogar promedio.
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Sin una acción decisiva, la problemática del consumo fraudulento podría comprometer el acceso al agua en el Valle de Aburrá.
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