A veces llegan cartas

Ya es de conocimiento general la misiva que el ex presidente Andrés Pastrana le hizo llegar al presidente Juan Manuel Santos con motivo de las desafortunadas intervenciones públicas de la canciller María Ángela Holguín a propósito del diferendo limítrofe de Colombia y Nicaragua.

La preocupación pública proviene precisamente del dilatado  silencio presidencial ante la declaración en la que su Ministra de Exteriores, fiel a sus ancestros Holguín Mallarino y Holguín Holguín, no se sonroja al aceptar anticipadamente, palabras más, palabras menos, que el Tribunal Internacional de La Haya fallaría en forma salomónica, especialmente, en favor de Nicaragua y en contra de Colombia.

La  historia.

Recordemos que sus antepasados entregaron a Venezuela la soberanía sobre el islote de Los Monjes en canje por la devolución del guerrillero ‘Cheito’ Velásquez y que el Tesoro Quimbaya, siendo patrimonio in-enajenable de la Nación, fue obsequiado gratuitamente  a la Corona española.

En los recordados episodios solo se escucharon, a su tiempo,  las voces solitarias del abuelo materno del ex presidente Pastrana, (Carlos Arango Vélez, ex candidato liberal a la Presidencia) y de los congresistas conservadores Rodrigo Marín Bernal y Álvaro Leyva Durán.

¿No es el momento, acaso, de que se convoque a la inexistente, ignorada y desusada Comisión de Relaciones Exteriores que, en virtud de la Carta del 91, fue elevada con rango constitucional a cuerpo consultivo del Presidente de la República?

Recordar es vivir.

Para mayor información de nuestros lectores, nos permitimos remitirlos a las Barcas correspondientes a las ediciones del 30 de abril y 1 de mayo de 2012, en las que rescatamos históricos episodios como el de Enrique Santos Montojo, Calibán, (abuelo del actual presidente Santos) en relación con este tema, cuando de manera olímpica escribió en su Danza de las horas: “Esos peñascos perdidos en el mar no tenían ninguna importancia”. Asimismo, el escrito por  Mario Franco Ruíz, en las páginas de El siglo durante la presidencia interina de Roberto Urdaneta, en ausencia por enfermedad de titular Laureano Gómez, cuando oficiaba como director del periódico Álvaro Gómez y era subdirector Belisario Betancur.  Formulamos estas recomendaciones ante la apatía que existe en el Congreso frente a tema tan vital en el que está de por medio la integridad del territorio colombiano, en momentos en que dos eminentes internacionalistas, Julio Londoño y Guillermo Fernández, se sienten “desautorizados” por las polémicas declaraciones de la señora Holguín.

La bibliografía.

El 22 de agosto de 1871 el gobierno venezolano incluyó de manera unilateral las islas como parte del territorio “Colón” con otros archipiélagos como “Los Roques” e islas  como “La Tortuga”. En 1891 se produjo el fallo arbitral de la Reina María Cristina de España reconociéndole a Colombia la propiedad sobre la Península de La Guajira. En 1934, Alfonso López Pumarejo, basado en lo anterior,  publicó “Límites de Colombia”, en el que se reafirma que pertenecen a nuestro país las islas y los cayos de Los Monjes, libro que posiblemente no conoce la señora canciller.