Miguel Ángel Silvestre le dio la confianza a un medio de su tierra natal y se desnudó para su cámara, pero más importante aún, desnudó sus ideas. En un departamento en Madrid, España, el actor favorito de millones se despojó de su ropa y abrió su corazón para compartir sus pensamientos en temas del amor, la fidelidad y su trabajo.
“Ha sido una experiencia muy creativa, a mí me encanta la fotografía (de cover) y la verdad es que lo he disfrutado mucho. Yo confiaba desde el principio en el concepto.
Cuando te entregas y te dejas llevar, te sacan sin duda de tu perspectiva, de tu punto de vista y dejas que las ideas de gente nueva o que tiene algo que contar, sucedan a través de ti”, contó.
El actor mostró que la confianza con Esquiere fue absoluta y en este proceso, que resultó en la portada de abril de 2023 de la revista especializada en el universo masculino, aseguró “me he dejado llevar y me siento muy orgulloso”. En esta oportunidad el valenciano, también compartió su orgullo por decidir regresar a sus raíces.
En las fotos, autoría de Jesús Isnard, la sensualidad nata de Miguel Ángel, su “confianza en sus peculiaridades” —que ahora sabemos le debe al manchego Pedro Almodóvar— y su mirada seductora se potenciaron e hicieron un círculo perfecto con las respuestas que ofreció a cada pregunta que le hicieron.
Silvestre prueba una vez más que une lo mejor de dos mundos: la belleza física con la capacidad de reflexión, en suma la inteligencia, incluida también la emocional, fruto de la educación que le dieron sus papás, su familia y muy en particular su tía lesbiana, que le enseñó a siempre luchar por su derechos y a nada ponerle etiquetas.
“Gracias a Dios tengo una tía que es lesbiana y crecí viendo cómo se levantaba por sus derechos. Tuve buena educación en ese sentido (…) Creo que las nuevas generaciones van más allá en esa descodificación, y si hay gente que necesita otro pronombre, pues yo sí lo incluiría en nuestra lengua”, le dijo a Gonzalo Cordero.
Pero eso sí, Silvestre lo expuso muy claramente “lo que no me gusta es tener un juicio. Yo pienso que en el fondo todos somos lo mismo, almas, y para mí la ambigüedad de lo que no se define es algo sagrado. Infinito. Lo que me niego es a tener una idea cerrada, férrea y rígida que me impida a avanzar”
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