Wilson, el perro que hoy tiene a Colombia con el ‘salve’ en la boca, continúa desaparecido, y mientras los soldados no paran de buscarlo en la selva, se conocen más detalles sobre la vida de este valiente canino al que se le atribuye que los niños estén a salvo y de regreso.
Para ser el héroe en el que se convirtió, Wilson de raza pastor belga, ingresó al batallón para ser entrenado a los cinco meses, destacándose entre los demás, en un proceso que duró un año.
En febrero de este año, Wilson se graduó y consiguió ser uno de los más aplaudidos y preferidos, porque siempre fue un perro que sobresalía en los demás, gracias a su alta energía y afán de hacer su trabajo, pues siempre pretendía buscar su objetivo y daba todo hasta encontrarlo.
Por estas razones, sabían que Wilson era el perrito indicado para ayudar en la búsqueda de estos menores, además porque tenía una conexión muy especial siempre con los niños.
Y es que, si bien, Wilson, permanece perdido aún en la espesura de esa selva limítrofe entre los departamentos de Caquetá y Guaviare, su papel protagónico ha sido destacado por los mismos niños, que, desde sus habitaciones en el Hospital Militar Central, mediante dibujos y testimonios reconocieron que fueron protegidos por el perro pastor belga.
En la búsqueda de la aeronave y los ocupantes desaparecidos desde el primero de mayo, el primero en ingresar, precisamente fue Wilson, quien brindó apoyo a la misión humanitaria que el Comando Conjunto de Operaciones Especiales adelantaba para ubicar a los siete tripulantes. El perro, entrenado en búsqueda e intervención fue preparado en este lugar y fue por eso que puso en práctica lo aprendido.
Wilson es querido como un compañero ‘humano’ más, como familia, y por eso es que insisten en encontrarlo y en no dar por terminada la operación, hasta ser hallado.
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