El 16 de marzo vuelve a sesionar el Congreso de la República después de casi 3 meses de vacaciones –increíblemente- pagadas como si fueran días laborales para nuestros Honorables Congresistas.

Ese día se espera que se radiquen en masa proyectos de ley de todo tipo y para todos los gustos. Desde el voto para los miembros de la fuerza pública hasta las normas que regulan la eutanasia y otras iniciativas que veremos transitar por los pasillos del Congreso.

En esta nueva etapa, el Gobierno tampoco se va a quedar atrás y espera que con los nuevos nombramientos, las alianzas y una nueva forma de relacionarse con los partidos políticos, la dinámica entre el ejecutivo y el legislativo mejore sustancialmente.

Y es necesaria una mejora porque los proyectos que se tienen en la agenda del ejecutivo para este semestre necesitan más que voluntad del ejecutivo, voluntad política de todos los sectores y eso incluye claramente a los partidos de gobierno y aquellos que han sido decisivos para hundir o aprobar la agenda del presidente Duque: Cambio Radical, Partido de la U y Partido Liberal.

Los colombianos hace un buen tiempo, añoramos una reforma a la justicia que garantice por lo menos, la no impunidad de reincidentes, acceso y garantía mínima; una reforma política donde nuestros Honorables tengan más obstáculos para cuando quieran robar y una reforma laboral y pensional que garantice empleo y pensión digna.

Bajo ese marco, el Gobierno en cabeza del presidente Iván Duque tendrá que demostrar que sus textos son el conjunto de demandas ciudadanas y propuestas viables que ni el más férreo opositor pueda discernir.

Es claro que los congresistas tendrán reparos y modificaciones, pero el ejecutivo deberá garantizar llevar todas estas propuestas a buen curso; no solo porque fueron propuestas de campaña (como la reforma a la justicia y la reforma política) sino porque son necesarias para el colombiano de a pie que las requiere ahora más que nunca.

Se debe recordar que uno de los puntos de honor del Gobierno fue sacrificado -su propuesta de no “dar” mermelada- esto lo obliga a sacar réditos de esa decisión y pronto.

Con un aproximado de 630 proyectos radicados a la fecha en el Congreso, el presidente deberá demostrar que sus proyectos cumplen las expectativas de esa arena hostil que ha tenido en sus casi dos años de mandato. Garantizar que sean su agenda –esta de verdad y no la de la Consulta Anticorrupción- sea la que se encuentre siempre en los primeros órdenes del día y cuente con un apoyo importante para no demorar su tránsito.

Por el bien del país, esperamos que también el Congreso sea coherente y juicioso pues en ellos también recae la responsabilidad de un marco normativo que supla las demandas ciudadanas, esas que se obstruyeron muchas veces por presión al mismo presidente Duque por la falta de participación en el gobierno o por la impopularidad del máximo mandatario. Esos cálculos políticos son nocivos cuando se busca sacar adelante proyectos importantes.

En un panorama general el Gobierno vuelve a esa arena inhóspita con el objetivo de transformarla en su mejor aliada.

@DanielPBayona

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Redacción Minuto30

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