Es claro que en el tema de movilidad todos los actores (peatones, conductores, pasajeros y acompañantes), deben velar por el respeto y el cumplimiento de sus responsabilidades en la vía.  También es importante hacer un llamado al Gobierno Nacional para la construcción y la masificación de mecanismos que reduzcan la impunidad y el riesgo vial.

La Alcaldía de Medellín, en cabeza de la Secretaría de Movilidad, se ha propuesto como meta una tasa de cinco muertes por cada 100 mil habitantes en 2023, dejando atrás las diez muertes por cada 100 mil habitantes de la última década. En el camino se ha evidenciado que las herramientas disponibles son insuficientes o incoherentes, para soportar el cumplimiento de esa meta, que es además la más ambiciosa de su historia.

Tanto el Concejo Municipal como la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Ministerio de Transporte y el Congreso de la República, tienen en sus manos la tarea de tomar decisiones para romper la inercia y dar un giro a la crisis de inseguridad vial.

De las más de 6 mil muertes viales que se registran en Colombia cada año, Antioquia aporta casi 1.000, el Valle de Aburrá 450 y Medellín 270. Pero las acciones necesarias no son para cambiar simples números que se cuentan todos los días, sino para trabajar por la dignidad de miles de vidas humanas que están en juego en todo el territorio.

Este llamado al Gobierno Nacional se hace necesario con el fin de fortalecer los requisitos, para acceder a una licencia de conducción, exponiendo la responsabilidad que implica la circulación de cualquier vehículo y cambiando la noción del derecho adquirido por la simple compra de este. Es fundamental restringir el ingreso al país de motocicletas que incumplan los estándares internacionales, representando por lo menos tres beneficios estructurales.

El primero, una mejora en las condiciones ambientales debido a la contaminación como consecuencia de las emisiones de motores económicos, ineficientes y de tecnologías obsoletas. El segundo, salvar vidas en cuanto a que nos referimos a un vehículo implicado en por lo menos el 70 por ciento de todas las muertes por incidentes viales en la ciudad. El tercero, fortalecer el transporte público que sigue perdiendo usuarios y arriesga su sostenibilidad en un escenario tendencial.

Es importante entender el alcance de las acciones que pueden definirse y materializarse desde las regiones y a nivel local. Como Municipio hacemos lo que nos corresponde, pero sin la decisión política del Gobierno Nacional, estas labores siguen siendo insuficientes para enfrentar el tamaño de la problemática descrita.

En Medellín implementamos medidas de gestión de la velocidad, definimos y construimos pasos seguros, formamos y promovemos agentes de la movilidad de carga y ciudadanía, hacemos ejercicios de planificación y otras serie de operaciones que van en pro de mejorar esta problemática.

Visión Cero es una estrategia global de seguridad vial con la que Medellín pretende resignificar la vida y reducir las consecuencias negativas del tránsito vehicular, así como intensificar los esfuerzos en términos de seguridad y convivencia en la ciudad. Trabajando en los tres pilares fundamentales de esta estrategia: infraestructura segura, comportamiento coherente y control efectivo, visión Cero es la mejor oportunidad para salvar vidas.

Todas las acciones que se realizan desde la Secretaría de Movilidad pretenden masificar el entendimiento de este concepto, ampliar la comprensión de una movilidad realmente sostenible y difundir las razones por las que “cero” es el único número aceptable de vidas perdidas en las vías.

El año 2021, 246 personas perdieron la vida por incidentes viales en Medellín. Este año, del 01 de enero al 10 de febrero de 2022, se ha registrado la pérdida de 25 vidas.

Subsecretario Técnico de la Secretaría de Movilidad de Medellín
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Redacción Minuto30

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