Un año después de que se conociera el caso de Vainilla, la perrita que fue abusada sexualmente por un habitante de calle en el barrio San Joaquín, los vecinos del sector y de barrios aledaños aún esperan que sus denuncias contra el supuesto responsable de la agresión sean escuchadas.
A pesar de haber puesto en caso en conocimiento de las autoridades a través de Seguridad en Línea, los vecinos dicen que el hombre señalado como responsable reincide en su conducta, por la que, incluso, ha sido golpeado en múltiples ocasiones.
“Estoy cansada de quitarle animales, hace poco rescaté uno, ahora anda con un labrador y no pasa nada”, denunció una de las habitantes del sector.
Quienes realizan la denuncia explicaron que el hombre, que permanece en el sector desde hace muchos años, siempre ha sido visto con mascotas. “Al principio los vecinos “no sabían lo que pasaba, pensaban que cuidaba a los animales e incluso le regalaban cuido”.
En el sector se dieron cuenta de la conducta del sujeto cuando unas vecinas lo sorprendieron abusando de “Vainilla” y le quitaron a la perrita para llevarla a una clínica veterinaria, donde confirmaron que había sido víctima de abuso sexual.
El caso, que se conoció incluso en medios nacionales, alertó a la comunidad. En San Joaquín y los barrios aledaños, los vecinos continúan quitándole animales al habitante de calle, que según denuncian, ha sido sorprendido abusando de otros perros.
“El no tiene remedio”, aseguran las vecinas, quienes resaltaron que al sujeto siempre se le ve con mascotas distintas. “No sabemos que hace con los perritos porque siempre se le ve con una mascota diferente”.
Los vecinos de la zona se manifiestan cansados de la situación y piden ayuda a las autoridades para que atiendan el tema. Aseguran que a pesar de que la Policía ha acudido a su llamado en repetidas ocasiones, no pasa nada pues el sujeto “no es encontrado en el acto”.
“No tenemos los medios para estar llevándolos a hogares y a la veterinaria”, aseguran los denunciantes, quienes esperan recibir ayuda por el bien de las mascotas y del mismo habitante de calle. Dicen que no buscan que el hombre sea agredido o enviado a la cárcel, sino que reciba la ayuda psicológica que necesita.
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