En Bogotá cursó un proyecto, aprobado ya por su Concejo, con el que la capital iniciará un proceso para declarar la emergencia climática y así tomar medidas extremas para salvaguardar el medio ambiente.
Esta declaratoria busca reducir los gases de efecto invernadero, mínimo, en un 50% durante los próximos 10 años, y también busca un plan de manejo de residuos más óptimo, eliminando además el relleno Doña Juana, que tanta polémica ha sembrado.
También se espera que con esta medida los planes de ordenamiento territorial se realicen reconociendo el cambio climático como un actor clave, y buscando que no se afecte el medio ambiente en esas obras, además del correcto manejo del agua, incluyendo las residuales, las lluvias y la potable.
En materia de movilidad, esperan que a partir de 2022 no se vuelvan a comprar más buses que funcionen con combustible fósil, por parte del Distrito.