No acostumbro utilizar mis espacios de opinión para tramitar asuntos relacionados con mi labor legislativa, pero en esta oportunidad haré una excepción con el fin de compartir con los lectores y con el Gobierno un hecho que me preocupa y angustia: la falta de conexión entre algunos miembros del Ejecutivo y el Congreso de la República.

Una cosa es la separación de poderes y otra, muy distinta es el maltrato de uno de ellos hacia el otro, cosa que viene ocurriendo y que terminará lastimando injustamente al presidente Iván Duque, hombre al que respeto, aprecio y admiro, pues es un gran líder del uribismo que merece que su gobierno sea exitoso.

Estoy promoviendo un proyecto de ley que busca que las empresas, independientemente de su tamaño, y las entidades públicas incorporen, de manera directa o a través de terceros, un servicio de atención integral a la primera infancia.

Mi objetivo es que los padres y madres que no pueden estar al lado de sus hijos como consecuencia de sus responsabilidades profesionales, luego de la licencia de maternidad o paternidad, puedan tener la garantía de que los menores -hasta los 5 años- sean atendidos en centros especializados, ya sea dentro de las instalaciones de la empresa o entidad para la que ellos trabajan, o fuera de ella.

Sé que es un proyecto ambicioso que requiere de los aportes de todos los sectores y por eso, convoqué a una audiencia pública en la Cámara de Representantes, precisamente para socializar el proyecto en cuestión y conocer las impresiones de los distintos funcionarios, con el objeto de enriquecerlo y hacerlo mucho más sólido, pues tratándose de una iniciativa que propende por el bienestar los de los niños, considero que todos los sectores involucrados, tenemos que aportarle a la misma.

No fue menor mi sorpresa cuando registré que ni uno solo de los funcionarios convocados, se hizo presente. La directora del departamento de Prosperidad social, no llegó, como tampoco la directora del ICBF y los ministros de Salud y Educación.

Este no es un asunto de vanidad, ni mucho menos. Es de coherencia y de respeto por el presidente de la República y de los congresistas que lo acompañamos. No sobra recordarle a los ministros que tal vez no conocen a profundidad el programa de Iván Duque que él tiene un compromiso irreductible con los niños de Colombia.

Si algo le aplaudo al presidente es, precisamente, su altísima capacidad de trabajo y su conexión permanente con el país. Desde que tomó posesión de su cargo, ha liderado 27 talleres Construyendo País, en distintos puntos de nuestra geografía nacional.

Conduele que sus funcionarios más cercanos no tengan el mismo compromiso con el país y que observen actitudes displicentes con congresistas que somos aliados firmes del gobierno nacional.

Pero sobre todo, preocupa el poco interés que despierta en ellos una iniciativa que busca incorporar nuevas herramientas para la atención a los menores, proyecto de importancia sustantiva para el país, para los niños, empresarios y padres de familia.

Que sea este un llamado respetuoso, pero vehemente a los funcionarios del Gobierno Nacional para que asuman con mucho más compromiso sus deberes, pero sobretodo, para que se sintonicen con el ritmo y estupendo estilo de trabajo del Presidente Iván Duque.

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Redacción Minuto30

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