Foto para ilustrar el archivo

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El conocido como beso de Singapur, pompoir o kabazza resulta placentero tanto para el hombre como para la mujer. Y ayuda a tener un mejor orgasmo en ambas partes, eso sí, se necesita la penetración de un pene (o juguete sexual) en una vagina.

Para poder desarrollar esta técnica, la mujer debe entrenar los músculos de su vagina. Ya que consiste en succionar el pene cuando se encuentra en el interior de la mujer. Así, con estos movimientos se consigue una mayor estimulación tanto para ellos como para ellas.

Este músculo se llama pubocoxígeo, quizá es la primera vez que escuches su nombre, pero hay muchas formas para entrenarlo. Desde hacer ejercicios de apretar y soltar la vagina (como cuando intentas aguantarte el pis) hasta utilizar bolas chinas para fortalecer esta zona.

Además, este tipo de movimientos también servirán como entrenamiento y cada vez podréis disfrutar más plenamente del beso de Singapur, ya que la mujer tendrá más fuerte su músculo pubocoxígeo y el resultado será más placentero para ambos.

Ella conseguirá mejores orgasmos porque controlará mejor su vagina y el hombre sentirá una sensación parecida a una felación, en la que le succionan el pene. Una experiencia que merece la pena probar, ya que en el sexo lo mejor es probarlo todo y solo descartar aquello con lo que no disfrutas.

El resto, tocarelajarse, dejar los prejuicios a un lado y dejarse llevar.

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