La firma de este trascendental acuerdo entre la Unión Europea-Colombia y Perú, en medio de voces críticas de algunos sectores que se sienten perjudicados, se realizará en el marco de la VI Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe (UE-ALC), que se iniciará mañana con la presencia de varios jefes de Estado.

Fernando Cardesa, embajador jefe de la UE en Colombia.

En esta cita se celebrará un diálogo político del más alto nivel sobre problemas mundiales de primer orden, como la crisis económica. Al encuentro asistirá el presidente Álvaro Uribe.

Estos los conceptos de Cardesa.

¿Cómo ven la finalización de las negociaciones del TLC?
Valoramos que hayamos podido concluir esta negociación con Colombia y Perú en una visión de que esto es parte de un proceso mucho más amplio que conduce a lo que llamamos el Acuerdo de Asociación, con otros dos pilares que son el diálogo político y la cooperación.

En la UE y en Colombia existe preocupación por el tema de derechos humanos, sindicales y laborales. Se ha dicho que esto podría demorar y hasta abortar la ratificación del TLC en Europa.
El tema hay que ponerlo con claridad y abordarlo sin apasionamiento. La preocupación es conjunta. Hay que destacar que este tratado, a diferencia de los demás acuerdos comerciales, tiene unas cláusulas y unas provisiones en materia de derechos humanos y fija un marco jurídico para establecer el diálogo correspondiente en esta materia, los mecanismos de cooperación para fortalecerlos y los mecanismos de suspensión del acuerdo en caso de violación flagrante de alguna de las partes, que nosotros esperamos que no suceda. Además, el contenido y las cláusulas de derechos humanos no son elementos exclusivos porque se trate de Colombia, sino que se incluyen en todos los acuerdos que suscribe la Unión Europea.

El capítulo lácteo del TLC con la UE ha sido cuestionado por algunos sectores en Colombia.
Una de las cosas importantes es que estamos de acuerdo en suscribir un compromiso conjunto paralelo y complementario al tratado, que establece un plan de cooperación para mejorar la competitividad del sector lácteo colombiano, que tiene un potencial de desarrollo de su capacidad exportadora hacia Europa.

Se dice que no es equilibrado.
El acuerdo es equilibrado. Ha tenido en consideración los elementos que afectan al sector lácteo, que no son tan exagerados como se afirma; coincidimos en tener un acuerdo complementario para atender esas necesidades y revisar las situaciones que se puedan presentar.

Desde la óptica europea, ¿cuál es la importancia de esta Cumbre?
Es muy importante porque desde el punto de vista institucional es el fortalecimiento, puesta al día y el relanzamiento de lo que es nuestro compromiso de establecer un diálogo estratégico con América Latina. Se revisará aquello que es de interés común y en lo que estamos dispuestos a cooperar.

¿Qué avances han visto desde la Cumbre de Lima hace dos años?
En primer lugar, la negociación de un acuerdo comercial con Perú y Colombia en el marco de lo que se estableció en la Cumbre de Lima como un interés conjunto de fortalecer y relanzar las negociaciones comerciales con el área andina.

¿Qué otros resultados?
La Comisión Europea ha puesto en marcha programas de cooperación a nivel latinoamericano: el Programa Clima, sobre el cambio climático; en la Cumbre se va a lanzar el Fondo de Inversiones para América Latina, para financiar estudios de prefinanciación y establecer fondos de capital semilla para pequeñas y medianas empresas. En innovación tecnológica para el desarrollo sostenible se pretende prospectar y suscribir ya ciertos acuerdos, entre ellos con Colombia, para el fortalecimiento de la investigación en tecnología de manera conjunta entre Europa y América Latina.

La Unión Europea quiso que en la negociación del TLC estuvieran los cuatro socios de la CAN, pero sólo hay dos: Colombia y Perú. ¿Hay algo de frustración en la UE porque no están Ecuador ni Bolivia?
Tenemos cierta frustración en el sentido de que hubiera sido mejor que estuvieran todos, pero tenemos la satisfacción de que es mejor tener un acuerdo comercial con dos que con ninguno.

¿Cuál fue el motivo?
El problema fundamental para un acuerdo andino es que la CAN no es una unión aduanera, no tiene arancel externo común y en consecuencia no tiene capacidad de negociación conjunta.

JORGE CORREA C.

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Redacción Minuto30

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