No soy alemán, tampoco brasilero… por lo tanto lo ocurrido en el estadio Mineirao no me genera ni frío ni calor, es solo un partido más, el cual disfruté de manera imparcial, sin alegrarme por el triunfo alemán y mucho menos por la derrota brasilera.

Iván Eduardo Muñoz Restrepo

Iván Eduardo Muñoz Restrepo

Pensar que los alemanes en cierta forma «vengaron» lo sucedido con la Selección Colombia me parece un poco ligero e ingenuo, pero ¿quién soy yo para pontificar acerca de cómo debe ver el fútbol al resto de los mortales? Cada quien disfruta esta linda pasión a su modo…

Sin embargo, lo que paso en Belo Horizonte no deja de perturbarme; cuando nuestra selección no clasificaba a un mundial hace 24 años, me tocó disfrutar de una selección brasilera que deslumbraba al mundo con un lindo juego; incluso lloré cuando aquella recordada selección de Tele Santana fue eliminada por una insulsa y defensiva selección italiana; y también he visto como algunas veces han fallado en contra de ellos injustamente, como en el 78 cuando los argentinos (en medio de una dictadura que obligaba a la selección gaucha a ser campeón del mundo en su país) hicieron un «tongo» con la selección peruana para eliminar a Brasil, causando el mismo repudio que hoy nos causa lo que el árbitro español hizo el pasado viernes.

Esa tierra ha visto nacer a jugadores que nos han alegrado la vida con su juego: Zico, Socrates, Toninho Cerezo, Paulo Roberto Falcao (lo pongo con nombre y todo porque no faltará el que diga que Falcao es colombiano), Romario, Rivaldo, Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, etc. Y para los mayores, Pelé, Rivelino, Jairzinho… en fin, para que seguir, son tantos los ejemplos.

Entonces, ver mancillado el honor, la historia, el abolengo y cultura del «jogo bonito» no deja de causarme tristeza. Pero para muchos estas palabras no llegan, simplemente merecíamos una «recompensa» por haber sido perjudicados por un árbitro en el partido de cuartos de final.

Mi tira hoy generará mas controversia que nunca, lo se. Pero también me siento en el derecho de opinar, por lo cual espero ante todo el respeto de mis lectores; así que comenzaré: lo que paso el viernes, aunque doloroso, hace parte de este deporte; los errores del árbitro son tan frecuentes como los gritos de gol, como las acciones de juego y la misma suerte.

Los que dirigen son tan humanos como quienes lo juegan, y se equivocan… a veces de manera grosera; pero sucede de lado y lado, a veces a favor y a veces en contra. Pero enjuiciar a los jugadores de Brasil por los errores del árbitro es absurdo, ellos son actores del espectáculo y deben acomodarse a dichos errores, para bien o para mal. No deciden, acatan las decisiones, equivocadas o no.

O sea que quien falló fue el arbitro, y es quien debe ser castigado por sus errores, pero no los jugadores que solo son artistas del juego. Por eso, considero ligero el alegrarse por la derrota de unos deportistas que lo único que hacen es representar a su país, jugando bien o mal, pero lo hacen con amor por su camiseta y a sus compatriotas…. pero cada quien disfruta como quiera, nada que hacer.

Del juego? Solo hay una premisa sencilla acerca del juego de hoy: Alemania fue mas, mucho mas… y dio una inmensa demostración de fútbol, contra un Brasil que dio tal vez la imagen más triste de toda su historia… y por eso es triste. Porque al recordar a aquellos que alguna vez nos hicieron sonreir con su habilidad, nos hicieron hinchar por la «canarinha» y hacer de esa selección la propia cuando no aparecíamos en el panorama mundial, es simplemente un triste acontecer, una puñalada al corazón futbolero, un golpe a la historia…

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Redacción Minuto30

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