El presidente Santos el 16 de junio de 2016 en Medellín en el marco del Foro Económico Mundial (WEF) para América Latina dijo: “Las Farc están preparadas para la guerra urbana, si fracasa el proceso de paz” y agrego “la guerra urbana que es mas demoledora que la guerra rural”. Aunque el proceso de paz con las Farc se cree que terminara exitosamente, el pasado sábado 17 de junio una bomba en el centro comercial Andino de Bogotá mató a 3 jóvenes mujeres e hirió a 11, lo que demuestra que el terrorismo hace su aparición en las grandes ciudades con cualquier grupo extremista, para amilanar y someter a la ciudadanía.

Por ello el gobierno en cambio de estar preocupado porque la oposición no use políticamente este lamentable hecho, debería mostrar resultados inmediatos y precisos capturando y castigando a los culpables de este horrendo crimen, catalogado como de lesa humanidad de acuerdo al derecho internacional humanitario.

No hay que olvidar que el terrorismo que eufemísticamente llaman “guerra” es inherente al lastre marxista leninista, que es la doctrina que siguen las Farc y el Eln que han buscado mediante atentados chantajear a la población para dominarla, por ello se recuerda que el nazismo, el fascismo y el comunismo han practicado el terrorismo haciendo apología del mismo, de ahí que Hitler afirmaba: “las masas necesitan de eso, algo que les cause pavor.”

Así el grupo terrorista del Eln haya producido una declaración inmediata negando la autoría de lo sucedido en el centro comercial Andino, se sabe que esa banda tiene divisiones internas y por ello no sería extraño que una de sus facciones sea responsable de tan abominable acto, ya que también llama la atención que en otras oportunidades cuando han sucedido hechos criminales terroristas de gran magnitud en donde se le sindica, se ha demorado varios días para reivindicarlos o negarlos.

El cabecilla guerrillero Mono Jojoy en julio de 2001, amenazó a las ciudades colombianas con la siguiente perla “aquí en la selva solo quedarán ratones, dantas, pavas y paujiles, porque las guerrillas van para la ciudad….Allá nos pillamos”. Ese jefe subversivo fue dado de baja en el 2010, sin embargo la guerrilla ha querido llevar el terrorismo a los grandes centros urbanos, con atentados como el del club del Nogal en Bogotá en el 2003, el secuestro de los diputados del Valle y el genocidio de 21 indigentes el 7 de agosto de 2002.

El Eln buscaría incrementar las acciones terroristas en las ciudades, homologando a las de de Pablo Escobar, para presionar la firma de unos acuerdos en Quito, pero tendría un escenario complicado, porque una cosa es cabalgar sobre la ignorancia y el atraso que existe en algunos lugares del campo colombiano como lo han hecho durante 52 años, y otra muy diferente pretender doblegar la voluntad de la población citadina; por ello es de vital importancia incrementar la batalla de ideas en contra del comunismo totalitario, para desnudar completamente las aberraciones marxistas, resaltando que los seguidores de esa secta a lo que más le temen es al debate ideológico.

Existe un terrorismo integrista islámico, que considera que si un varón muere en la Yihad o guerra santa, va directo al paraíso y disfrutará de 72 vírgenes, por eso vemos a miembros de grupos como los Talibanes, los de Isis y Al Queda, que se inmolan cometiendo actos terroristas, en donde no solo mueren ellos sino también otras personas. Pero el terrorismo marxista que han practicado las Farc y el Eln, ese no es suicida, porque la cáfila comunista lo que pretende es conquistar el poder terrenal, para someter y humillar a los demás, pues para esa membrecía el poder es el principio y fin de todas las cosas, por eso el terrorismo marxista leninista busca ir siempre, sobre seguro y a mansalva.

El criminal comunista del “che” Guevara, invitaba a sus correligionarios a convertirse en terroristas y asesinos, eructando la siguiente frase: “¡esta es una revolución! Y un revolucionario debe de convertirse en una fría máquina de matar motivado por el odio puro” y en otra oportunidad decía: “ ante la duda , mátalo” y ese sicópata es precisamente el que ha “ inspirado” en Latinoamérica a las guerrillas terrorista como es el caso del Eln, por ello todas las desgracias y sufrimientos que ha habido en Colombia durante el prolongado conflicto son responsabilidad del marxismo leninismo con sus bandidos, teniendo como referente al genocida del “che” y siguiendo sus enseñanzas.

Con una guerrilla terrorista marxista como el Eln no hay que descuidarse advirtiendo que sus dogmas les inducen a despreciar la vida de los demás y a no respetar a las mayorías ni a la voluntad popular, y a incumplir los acuerdos, entonces no se justificaría continuar con unos diálogos en Quito si se comprueba que el Eln es responsable de atentado terrorista en el centro comercial Andino, ya que la sociedad no puede vivir bajo la coacción terrorista del marxismo leninismo que encarna el Eln.

Se manejan otras hipótesis sobre lo ocurrido el pasado 17 de junio en Bogotá, pero lo que queda claro es que el terrorismo para el comunismo totalitario sigue siendo sin ninguna vergüenza “otra forma de lucha” dentro de la violencia revolucionaria, por lo cual así se logre definitivamente el fin del conflicto armado con las Farc, hay otros actores terroristas incursos en la ideología del marxismo leninismo como el Eln y grupúsculos de menor significación que continúan dispuestos a usar el terrorismo como forma de lucha para alcanzar sus perversos fines, de ahí que hay que unir a la ciudadanía para enfrentar con denuedo este flagelo.

Karl Marx declaraba: “Cuando llegue nuestro momento no disfrazaremos nuestro terrorismo”, que es el mismo que busca que el miedo se apodere de las personas para debilitarlas y obligarlas a renunciar a sus responsabilidades, al convertirlas en objetos de posibles acciones violentas que hace imposible en la vida cotidiana la convivencia en paz y libertad.

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Redacción Minuto30

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