Taxistas, a ponerse las pilas

Al gremio de los taxistas le va tocar ponerse literalmente las pilas y recuperar la confianza de los usuarios, la cual se ha venido deteriorando de manera exponencial. Me ha llamado la atención el creciente número de casos de abuso de algunos taxistas hacia sus usuarios. No solo abusos de tipo delictivo que se cometen en este tipo de vehículos frecuentemente, como el abuso sexual o el “paseo millonario”, sino también abusos en el servicio como un cobro exagerado, irrespeto en el trato, no respetar las normas de tránsito, condicionar el servicio de acuerdo al destino, conducir como si llevaran carga y no pasajeros, entre otros.

En las ciudades de Colombia abundan los taxis. Los cupos para ejercer este tipo de transporte se venden bastante bien y constituye un buen negocio tener unos cuantos rodando por la ciudad, así en algunas exista una evidente sobreoferta de estos vehículos.

Sin duda, existen muchos taxistas que cumplen su labor cabalmente, no obstante, el gremio debe velar por que todos lo hagan y regularse entre sí de manera efectiva para no permitir la degeneración de su imagen por el comportamiento de conductores irresponsables. Hoy en día, es muy común ver a los taxistas en las vías evadiendo las filas de vehículos, estacionando en lugares prohibidos, conduciendo en contravía, pasándose semáforos en rojo, excediendo los límites de velocidad, etc.

Los usuarios de este tipo de vehículos vienen denunciando esta clase de abusos y reclamando un mejor servicio. Es por esto que nuevas modalidades de transporte público como el UBER (sin entrar a discutir si es legal o ilegal) o las nuevas tecnologías para solicitar un taxi confiable y seguro han venido apareciendo reciente para buscar satisfacer precisamente las nuevas demandas de los usuarios.

Es indignante ver noticias como la reciente en la que una mujer de 26 años resultó golpeada por el conductor del taxi en el que iba, porque ella le pagó la carrera con un billete de cincuenta mil Pesos. Es entendible que su labor sea ardua, que muchos comiencen sus labores temprano y terminen muy tarde, que el tráfico vehicular los haga perder la paciencia, pero esto no les da el derecho de prestar un servicio deficiente en el que muchos parecieran es estar haciendo un favor y no cumpliendo realmente con su labor.

En mi opinión, estoy de acuerdo con la puesta en marcha de otras modalidades de servicio que encuentran un nicho de usuarios que lo solicitan y que están dispuestos a pagar un costo más alto por un servicio más exclusivo como lo es el UBER, siempre y cuando esté debidamente regulado por las autoridades y se cuente con un marco normativo para la prestación de este tipo de transporte público.

A los amigos taxistas les aconsejo, que en lugar de unirse para protestar por un servicio que sus mismos usuarios vienen aclamando, mejor se pongan las pilas y se unan para prestar atención a la manera como vienen haciendo las cosas en el gremio, dedicarse a mejorar el servicio y tomar medidas efectivas frente a los conductores abusivos que van en detrimento la imagen del taxista. @conojocritico