El primer deseo de los colombianos cuando se eligió a Iván Duque, sin lugar a dudas es que iniciase muy prontamente el desmonte de la tramoya que montó su antecesor con los narcoterroristas de las Farc., quienes con la complacencia de este infausto individuo crearon un órgano de justicia transicional a su medida, contrariando así la voluntad del pueblo expresada en el plebiscito del 2 de octubre de 2016.

Dentro de esas aspiraciones está en primer lugar que cumpliese con los trámites necesarios para que extraditase al falso ciego que lee y tiene computadora para su uso personal y se ríe de los colombianos en compañía del otro implicado en el tráfico de drogas después de la firma del acuerdo con los quizás, quizás, quizás.

El bodrio de la Jep se atravesó en este proceso y ya el pueblo está impaciente y muy prontamente los reclamos se pueden convertir en un motivo de desengaño puesto que no comprende la demora para cumplir con esa solicitud que comparte la mayoría de colombianos que lo eligió.

Ya es hora de ponerle coto a esas interferencias de ese órgano de justicia transicional que solo ve por el lado zurdo y por ende fomenta la impunidad para esos criminales de lesa humanidad que se pavonean sin vergüenza por el territorio nacional como si su vida estuviese siempre acompañada por el respeto a la ley y a los derechos humanos de los colombianos. La ofensa o el agravio que trae esto consigo, es motivo suficiente exigir un mínimo de justicia y esta no puede ser inferior al resarcimiento de los daños, la no repetición y el castigo social que se merecen. No pueden ser objeto de nada diferente a un rechazo real y a un ostracismo social hasta tanto no purguen condenas ejemplares. Menos es injusticia.

Ahora sale un video de uno de esos narcoterroristas acusando al gobierno de incumplir unos acuerdos ilegítimos ya que, reitero, fueron negados por el pueblo en octubre de 2016 y que acudiendo a herramientas muy extrañas el espurio avaló como si se hubiesen aceptado. En ese documento el delincuente ese dice que se lamenta de haber dejado las armas y habla de engaños por parte del gobierno nacional.

Además de la risa iracunda que provocan estas expresiones provenientes del narcoterrorista surgen preguntas que requieren respuestas de quienes se sientan aludidos:

¿Realmente entregaron las armas?, ¿Con qué dinero se están financiando las supuestas disidencias?, ¿Sí en verdad entregaron las armas, de dónde salen las que ahora usan?, ¿En dónde se ubican esos remisos dirigentes del narcoterrorismo que se atreven a enviar videos reclamando lo que no merecen?, ¿Hay caletas de dinero y armas que no entregaron?, ¿Quiénes certificaron la entrega de las armas pueden garantizar que fueron todas las que ellos poseían?.

Puede haber muchas preguntas más y la conclusión a las que no llevan esas inquietudes es que ese acuerdo y las consecuencias del mismo tal cual están los hechos subsiguientes, es un fraude intolerable para los colombianos y lo mejor que puede suceder es como decíamos de niños: Borrón u cuenta nueva.

Desde hace rato viene el fulano de la bolsa exalcalde de la capital promoviendo acciones que entorpecen la marcha del país. Están los paros estudiantiles, las protestas de fecode, las manifestaciones violentas de estos individuos, los ataques al fiscal que aunque no es santo de mi devoción, pierden legitimidad debido a su proveniencia y el apoyo de fuerzas oscuras para solicitar la renuncia de quien en estos momentos, está investigando las corrupciones manifiestas de funcionarios del anterior gobierno y el asunto de dineros en bolsas plásticas y los pagarés no declarados para la campaña a la presidencia del perdedor del 2018.

Deslegitimar al investigador ha sido y será una estrategia de los seguidores del socialismo del siglo XXI y todas sus ramificaciones y es por eso que esa campaña de desprestigio del fiscal día a día pierde fuerza puesto que la vienen orquestando grupos y personas que tienen dentro de su haber demasiados rabos de paja que de entrada, les quitan legitimidad y autoridad moral para conseguir la credibilidad y el apoyo de la mayoría.

Son tareas que queremos ver cumplidas en el primer semestre del año 2019: Santricht, Márquez y el Paisa en Usa, la Jep en su sitio, (posiblemente en el infierno) el fulano de la bolsa acallado por sus mismos copartidarios y por la fuerza de los acontecimientos en el ostracismo social, los estudiantes en las universidades estudiando o en el ejército prestando el servicio militar, los maestros educando y el país aprendiendo a cumplir las normas que nos lleven a vivir en armonía.

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Redacción Minuto30

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