Suspensión de las negociaciones en La Habana. Por: Ariel Peña

El presidente Santos suspendió las negociaciones en la Habana por el secuestro del General Rubén Darío Álzate, comandante de la fuerza de tarea conjunta Titán, el hecho ocurrió en las Mercedes corregimiento de la zona rural de Quibdó (Choco) junto al alto militar fueron secuestrados también un cabo y una abogada, siendo el frente 34 de las Farc, responsables del plagio.

Ariel Peña

El asunto es de la mayor gravedad ya que es un acontecimiento nunca antes visto en muchas décadas y pone de presente la insolencia y el envalentonamiento de la narcoguerrilla, que producto de los diálogos en Cuba ha tomado un nuevo aire que les permite desafiar de esa manera a la sociedad y al estado.

La suspensión de las negociaciones se veía venir por la contumacia de los cabecillas de las Farc, que plantean horondamente que no entregaran las armas y que lo que buscan es un armisticio o una paz armada, igualando a los 48 millones de Colombianos con los cerca de 8.000 forajidos que tienen en sus filas, quedando en evidencia que las negociaciones en la Habana solo sirven para que grupo terrorista se fortalezca militar y políticamente, además no hay que olvidar que el 22 de enero de este año, el Presidente Santos anuncio que si había un atentado en contra de una figura importante, se romperían los diálogos de paz, y el secuestro del General ha sido la gota que reboso la copa.

El partido Centro Democrático del expresidente Uribe vaticino lo que ocurriría con el sainete de Cuba, por ello le había puesto serios reparos al borrador sobre los acuerdos entre la narcoguerrilla y el Gobierno, quienes firmaron tres puntos sobre estructura agraria, narcotráfico y participación política, lo que condujo al Uribismo a exponer 68 objeciones, porque prácticamente el estado social de derecho capitulaba ante las intenciones totalitarias de las farc, a las cuales no les interesa ni el bienestar de los Colombianos, ni el desprecio que el país siente hacia ellos, porque como secta criminal y burocrática se cree predestinada para dominar al país, por abrazar los dogmas supersticiosos del esperpento marxista leninista.

El Presidente santos que se hizo reelegir tomando como columna vertebral de su programa de gobierno, el proceso de paz, prácticamente al suspender las negociaciones no le queda mucho para mostrar, sin embargo la decisión que ha tomado debe de ser acompañada por todos los Colombianos amantes de la Libertad y la Democracia, porque ante la agresión terrorista que las Farc han realizado a lo largo de 50 años en contra de la nación, se necesita rodear a las instituciones, para enfrentar las amenazas de adentro y de afuera en contra de nuestros más caros valores.

La agencia de prensa Anncol, que es como el alter ego de los cabecillas de las Farc, dice que el rompimiento de los diálogos de la Habana, traerá otros 70 años de guerra, semejante estupidez toma a los Colombianos como si fueran unos idiotas, a los cuales se les puede heredar los odios y conflictos, por obra y gracia de una doctrina abyecta como es el marxismo, repudiada desde su aparición por los trabajadores y que ha podido sobrevivir hasta nuestros días a base de la violencia y la mentira, también miembros de la llamada izquierda se desgañitan pidiendo un cese bilateral de fuego, lo que le sirve a la guerrilla para lograr sus objetivos de equilibrio estratégico y convertirse en otro estado en Colombia, sin haber logrado un triunfo militar, sino que mediante el chantaje y las amenazas de prolongar el conflicto pretende la rendición del país.

Es urgente la Liberación del General Álzate y sus dos acompañantes en el Choco sin condiciones, además de los militares secuestrados en Arauca, como prerrequisito para continuar los diálogos en Cuba, pero también el grupo terrorista de las farc tiene que declarar un cese unilateral de fuego verificable y permanente, devolviendo a todos los secuestrados incluyendo a los menores de edad que hay en sus filas, por otra parte debe de proceder al desminado de los campos en donde han realizado esa práctica atroz, porque es hora de que la narcoguerrilla declare el fin del conflicto como lo hicieron grupos terroristas en otras naciones caso de la Eta en España, el Ira en Irlanda y los Tigres Tamil en Sri Lanka, pues el discurso miserabilista de las Farc no tiene vigencia histórica, ya que las fabulas que manejan sobre “emancipación de los pobres y paz con justicia social” también fueron usadas por Hitler y Mussolini para engañar a los pueblos de Alemania e Italia y sabemos cómo termino todo eso.