Tiene razón el lector, estoy monotemático. Pero tengo excusa: no hemos vivido ningún episodio ni siquiera parecido a esta pandemia, los confinamientos que ha traído aparejada y la terrible crisis económica que nos está dejando.

El primer caso confirmado de contagio en Colombia se tuvo el 6 de marzo. El 24, el Presidente decretó cuarentena general hasta el 13 de abril. El 6 decidió alargarla hasta el 26 de este mes. Así que en principio el 27 se levanta y entramos a un período de aislamiento inteligente. Sin embargo, desde la izquierda, desde Gustavo Petro hasta Claudia López, han pedido otra prolongación.

La cuarentena tenía un doble propósito: por un lado, evitar que la tasa de contagio se dispare y cause el colapso del sistema de salud pública, y por el otro, darle tiempo al sistema para prepararse adecuadamente para manejar la crisis. Con la información pública disponible, pareciera que ambos propósitos se han cumplido.

Para el 17 de abril en la noche, en el país había 3.439 casos confirmados de Covid19. El número de infectados no es el mejor indicador para prever el impacto en el sistema de salud. Primero, porque si, como se sostiene, el 80% de los contagiados es asintomático o solo presenta síntomas leves, la cifra de contagiados debe ser mucho mayor y debería estar alrededor de 17 mil personas.

Pero después, y es mucho más importante, porque lo que generará presión sobre el sistema de salud pública no serán ni los asintomáticos ni los de síntomas menores. Los que pueden estresar el sistema son los que deben ser hospitalizados y, en especial, los que deben ocupar unidades de cuidados intensivos.

Una mirada comparada demuestra que no es el número de contagios comprobados lo más relevante. Italia, con 175.925 casos confirmados, ha tenido 23.227 muertos. Gran Bretaña con 114.217 tiene 15.464 fallecidos. Alemania con 142.569 casos (un 19% menos que Italia y un 24% más que los británicos) solo tiene 4.405 muertos (81% menos que los italianos y 71% menos que los de UK).

Hay varias razones que explicarían las diferencias a favor de los germanos pero acá quiero insistir, por un lado, que lo más relevante no es el número de contagiados, y, por el otro, resaltar que la tasa de mortalidad cambia mucho de país a país y parece depender de varios factores, entre ellos el clima, las diferentes modalidades de tratamiento y, sobre todo, de que el sistema de salud pública no colapse, como ocurrió en Italia y España.

Pues bien, del total de contagiados en Colombia, comprobados o no, 415 estaban hospitalizados (el 13,9% de los confirmados), 112 de ellos en cuidados intensivos (3,26%). A mediados de abril había 5.346 camas de cuidados intensivos (UCI). Es decir, a estas alturas del desarrollo de la pandemia, estarían ocupando el 2% de las UCI del país.

Concedo que el dato debe mirarse desde una perspectiva de evolución. Haré algunas referencias en concreto. El 15 de abril en la Fundación Santafé en Usaquén, segunda localidad con más contagios de Bogotá (190 casos), la ciudad con mayor presencia del virus, había solo 5 pacientes hospitalizados por Covid19, ninguno en UCI y 60 UCI disponibles. Llevaba más de 48 horas sin pacientes UCI. El 9 de abril había 14 internados y 4 en UCI.

En el Hospital Cardiovascular de Cundinamarca, Soacha, de referencia del departamento, había 5 en UCI, 2 en cuidados intermedios y 4 aislados pero no confirmados. 50 UCI disponibles. Cifras muy parecidas a la semana pasada. En la Fundación Valle del Lili, que maneja el 40% de los UCI de Cali tenían ayer 17 pacientes con enfermedades respiratorias en UCI, 13 confirmados con Covid19, y hace ocho días tenían los mismos 17.

En todo Antioquia, el 6 de abril había 17 hospitalizados, 9 de ellos en UCI y el 16 había 16, 10 en UCI. Todo ello mientras que en Bogotá, Cali, Cundinamarca y Antioquia han aumentado y mucho el número de contagiados comprobados entre las semanas anteriores y los datos de esta.

Mi punto, con la advertencia de que no tengo datos comparados de todo el país pero destacando también que Bogotá, Valle, Antioquia y Cundinamarca son en su orden los entes territoriales con más casos en el país (Cartagena se cuela de cuarta): ni las cifras absolutas de hospitalizados y de UCI ocupadas por Covid19, ni las cifras comparadas indican que el sistema de salud, en general, vaya a colapsar. Habrá, claro, debilidades puntuales que hay que resolver local o regionalmente.

Más aún, mis conversaciones con médicos y directivos de las instituciones mencionadas muestran que todas ellas han tomado medidas para ampliar el número de UCI disponibles si fuera necesario, han entrenado al personal y han puesto en marcha protocolos de bioseguridad para proteger a otros pacientes y, esencial, a su personal médico y sanitario. Algunas de las clínicas referenciadas son de las de mejor nivel en el país. Pero también son las que, por sus capacidades, han sido designadas por el MinSalud para atender la crisis.

Termino: si el sistema de salud parece preparado para atender la pandemia, no tiene sentido prolongar la cuarentena general. Hay que moverse al aislamiento inteligente. La cuarentena con la nevera llena es apenas una incomodidad. Sin nevera o con ella vacía es hambre, es tragedia.

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Redacción Minuto30

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