Siguen las cuitas cafeteras. La Barca ofrece a sus lectores la segunda entrega de los aspectos esenciales que han sido materia de discusión en el debate cafetero en el Congreso de la República.

El punto nueve del pliego de falencias dice que la Federación Nacional de Cafeteros perdió el respeto y la credibilidad que le dieron siempre los mercados internacionales. El mercado evolucionó pero nos quedamos en 1970. Antes nos respetaban; hoy dudan de la capacidad de gestión de nuestra propia estructura. Unas declaraciones apresuradas del Gerente sobre la producción estimada causaron grave daño al prestigio de la organización.

Gerentes sin pasado cafetero. El punto diez aborda este tópico: El nombramiento de Gerentes que utilizan la Federación como trampolín de sus aspiraciones; no reconocen ni quieren el gremio, ni la actividad cafetera. Y cita el caso concreto de Gabriel Silva como respuesta a una desafortunada declaración dada a los medios: «Entiendan que vengo de un gremio que me hizo perder la elegancia del lenguaje” (Vaya, vaya).

Sustitutos generacionales. El punto once se refiere al hecho de que la Federación y el Gobierno no han entendido que el reemplazo generacional de las variedades de café requiere una inversión crediticia generalizada, con tasas de interés bajas, plazo de pago a 7 años, y dos años muertos, mientras los remozados cafetales inician su producción.

Serias denuncias. Los puntos 12 y 13 dicen a la letra: La Federación ha perdido el empuje que la caracterizó en materia de investigación y desarrollo, capacitación y soporte a la extensión cafetera y la diversificación integrada. La entidad no quiso aceptar la ayuda del BID para estructurar las nuevas empresas cafeteras con unidades de producción de jóvenes profesionales que le garantizaran al caficultor el poder vivir de su tierra gozando de un retiro y una seguridad social dignos. Uno más: La Federación y el Ministerio de Agricultura no han invertido lo suficiente en la importante empresa del desarrollo público del genoma del café a partir del convenio Cornell University/FNCC.

Dirigentes obsoletos. El documento conocido por La Barca señala en su punto 15: El organigrama, la estructura, las políticas cafeteras y los funcionarios y miembros del Comité Nacional, al igual que algunos presidentes y de Comités Departamentales, se comparan a la obsolescencia de la estructura contemplativa de un convento. Trae la 16 esta consideración: No solamente el cambio climático y sus fenómenos asociados afectan la producción nacional y la caficultura.

Las tiendas cafeteras. El punto 17 pone al desnudo una política errática: Constituyó un gran error la forma en que se enfocó el negocio de la venta de café preparado de los Juan Valdez. Primero se les propuso en 1991 la compra de Starbooks. Después se les ofreció en el 2005 ayuda gratuita y desinteresada para hacer una gran franquicia por medio del mercado de capitales y en ambos casos rechazaron las ofertas.

(Mañana sábado vendremos con la tercera y última entrega de este catálogo de males que aquejan a la caficultura nacional).

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Redacción Minuto30

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