Siete de las diez ciudades de Brasil que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera están en la Amazonía, donde la deforestación es la principal fuente de contaminación, según un informe divulgado este jueves por el Observatorio del Clima.
El estudio contabiliza por primera vez las emisiones de carbono de los 5.570 municipios brasileños, entre los años 2000 y 2018, según la organización, que reúne a 56 ONG ecologistas, entre ellas Greenpeace y WWF.
Las diez localidades del país que lideran la clasificación, de las que siete están en la Amazonía, emiten juntas 172 millones de toneladas brutas de gas carbónico equivalente (CO2e), una cifra superior a la de algunos países enteros, como Bélgica, Perú y Filipinas, según el reporte.
El municipio que más gases contaminantes emite en Brasil es Sao Félix do Xingu, en el estado amazónico de Pará, con 29,7 millones de toneladas brutas de CO2e en 2018, debido principalmente a «cambios en el uso de la tierra», vinculados a la deforestación de la selva, y a la intensa actividad agropecuaria en la zona.
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Si fuera un país, Sao Félix do Xingu ocuparía el puesto 111º del mundo en emisiones, por delante de Chile, Costa Rica, Croacia, Noruega, Panamá y Uruguay, según datos del Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés), recogidos en el informe.
El Observatorio del Clima destacó que cada habitante de Sao Félix do Xingu «emite» al año una cantidad bruta de carbono casi 22 veces mayor que la media per capita nacional y seis veces superior a la de Catar, que según el estudio, es el país líder en ese apartado.
En el segundo y tercer lugar de la clasificación de los mayores emisores de gases del país se encuentran otras dos ciudades amazónicas: Altamira, también en Pará y el municipio brasileño de mayor extensión, y Porto Velho, capital del estado de Rondonia.
Sao Félix do Xingu, Altamira y Porto Velho ocupan además los primeros lugares en los índices de deforestación del país
El estudio no incluye los datos de 2019, cuando el líder ultraderechista Jair Bolsonaro asumió la Presidencia de Brasil, momento a partir del cual los índices de deforestación e incendios comenzaron a dispararse en la Amazonía y en otros biomas, como el Pantanal.
Desde entonces, la sociedad civil atribuye esa mayor destrucción en la Amazonía al discurso del mandatario, que defiende la explotación de los recursos naturales de la selva y cuyo Gobierno recortó el presupuesto de los órganos de fiscalización medioambiental.
Los tres municipios de los diez más contaminantes que no se sitúan en el mayor bosque tropical del planeta son Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, Río de Janeiro y Serra, esta última en el estado de Espírito Santo.
El reporte señaló que el sector de transportes es el principal factor de emisiones de gases de efecto invernadero en las capitales regionales del país.