Alguna vez nos preguntamos qué haríamos si por un momento pudiéramos ser otra persona. Yo lo hice y pensé qué haría si yo fuera Daniel Coronell. Si lo fuera, haría un esfuerzo por ser una persona coherente, no haría de mi supuesta lucha contra la corrupción un asunto a tratar cuando me sea conveniente, no usaría la moral como un instrumento selectivo en la qué arraso con injurias a mis adversarios y me extiendo en encubridores y complacientes halagos con mis asociados.

Créanme, si yo fuera Coronell, esclarecería al país de una vez por todas mi relación económica y de turbios negocios con Pastor Perafán, quién tiene antecedentes por tráfico desde 1982- y César Villegas Arciniegas,- http://bit.ly/2k45exv- le contaría a mis lectores y por qué no, a la DEA -ahora que resido EEUU-, qué tuvieron que ver los mencionados personajes en mi ascenso patrimonial y de negocios, aprovecharía para contar cuál fue el verdadero origen del lucrativo negocio de NTC entre los años 1991 y 1996

Si yo fuera Coronell, haría un mea culpa, reflexionaría y ofrecería excusas a los futuros periodistas, reivindicaría mi profesión y les contaría que mi oficio debe ser de profundo respeto, ética, caballerosidad y no de insidias, marrullas y abuso de los medios para saciar mis angustiosas peleas personales con alta dosis politiquera.

Si yo fuera Coronell, sería recurrente visitante del psiquiatra, identificaría mi trastorno obsesivo compulsivo (TOC) que me impulsa a ensañarme a base de infamias contra un sector de la vida nacional, de una familia, de un hombre, de un nombre sobre el cual se supone edifico mis éxitos sembrados en el rencor. ¡Qué sórdido y triste soy!
Si yo fuera Coronell, modificaría mi selectiva conducta y doble moral que me hace repudiar y denunciar beneficios a los demás pero, silenciarme cuando soy yo el beneficiario de contraprestaciones del desaprobado Gobierno; Le contaría al país en una de mis monotemáticas columnas a cambio de qué he recibido casi cinco mil millones de pesos en contratos con el Gobierno Santos a favor de NTC-http://bit.ly/2ksUVln solo un ejemplo- me extendería unas líneas para enseñar cómo fragüé un litigio por 11 mil millones de pesos contra el estado tratando de amañar a mi antojo un Tribunal de Arbitramento.- http://bit.ly/2kIOJnO

Informaría por qué me adjudicaron el tercer canal como único proponente rompiendo por completo las reglas de la pluralidad, objetividad y moralidad en la contratación estatal, explicaría por qué y solo en este caso, si me gustan las subastas de un solo proponente con una cifra multimillonaria de por medio y no me denuncio públicamente como tantas veces lo he hecho con otros.

Finalmente le preguntaría a uno de mis amigos abogados, varios de ellos reconocidos en el mundillo del litigio, que me explicara en que consiste el lavado de activos, y por supuesto, pensaría mucho más antes de volver a escribir, porque la paja se vuelve trizas en la candela.

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Redacción Minuto30

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